La Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Memoria Histórica ha solicitado hoy formalmente al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que el antiguo cementerio de San Rafael, considerado el mayor cadalso del franquismo, aumente su protección y se convierta en un parque de la memoria, lo que implicaría la construcción de un centro de interpretación y la retirada total del perímetro de la zona reservada para el esparcimiento canino.

En una reunión mantenida en buena sintonía, y producida después de la polémica y desafortunada ocupación de las fosas por parte del área para mascotas, los miembros del colectivo han insistido en la necesidad de delimitar con claridad todo el antiguo recinto, en el que fueron exhumados los restos de más de 2.800 personas y en el que en 2014 se instaló un panteón conmemorativo.

Fuentes cercanas al encuentro han asegurado a este periódico que De la Torre se ha mostrado favorable a las iniciativas presentadas por la asociación memorialista, que fija su modelo de proyecto en el tratamiento que se ha dado a espacios semejantes en países víctimas del totalitarismo. La idea es que el cementerio -uno de los tres lugares de la provincia protegidos por la ley de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía- sirva también de conjunto histórico y pedagógico, incluyendo entre los puntos más sensibles a preservar la parte que se conserva del muro, que fue utilizado con frecuencia como punto de fusilamiento de las víctimas.