­El Colegio Oficial de Farmacéuticos, la Unión Profesional Sanitaria de Málaga y la Academia Malagueña de las Ciencias junto a Cofaran Bidafarma han elaborado un decálogo con el objetivo de argumentar una petición conjunta: la instalación en la ciudad de la Agencia Europea del Medicamento, con sede actual en el Londres. Esta propuesta, a la que ya se han adherido otras organizaciones como el Colegio de Médicos de Málaga, se apoya en una serie de puntos, que según las entidades «se deben valorar como elementos de atracción».

Así, el documento enumera en primer lugar, que el Campus Andalucía Tech de las universidades de Málaga y Sevilla suponen «una apuesta por líneas claras de I+D, las cuales se verían beneficiadas por la apertura de la Agencia en Málaga». Para continuar con la «experiencia positiva del Parque Tecnológico, convertido en un HUB tecnológico, que sería complementario a la investigación y desarrollo de una industria farmacéutica» y con las «excelentes comunicaciones con España y Europa, a través del aeropuerto, uno de los más importantes del país y con la línea de tren de alta velocidad», decían. Asimismo, se cita como favorable el hecho de que la capital, según reconocidas publicaciones y destacados rankings internacionales, haya sido designada como una de las ciudades europeas con más calidad de vida. «Circunstancia positiva para la adaptación a un nuevo entorno de más de 800 funcionarios de distintas nacionalidades», defienden. Al mismo tiempo que destacan, entre otras cuestiones, «la amplia oferta de enseñanza multilingüe en centros educativos de alto nivel con sistemas innovadores reconocidos a nivel internacional». Además del «elevado número de sanitarios de reconocido prestigio que participan en comités europeos, y cuentan con una amplia experiencia en organización de eventos internacionales relacionados con el ámbito de la salud, así como lideran grupos de investigación». Sin olvidar el «apoyo unánime de instituciones como el Ayuntamiento» o la «amplia experiencia de empresas e instituciones con una gran trayectoria en labores de investigación».

Por otro lado, la designación de Málaga como sede «provocaría un impulso del potencial de las facultades de la rama sanitaria, con la industria farmacéutica y química que se generaría a su alrededor». Al igual que podría «verse incrementado el papel de los científicos de la UMA en el conjunto europeo, atrayendo profesionales del sector farmacéutico altamente cualificado».