­La productividad en la administración pública es siempre un concepto polémico y escurridizo dado que, a diferencia del sector privado, los servicios no se venden sino que se prestan y resulta difícil contar con elementos que midan con objetividad el trabajo que se presta.

De hecho, en la administración pública la remuneración de la productividad persigue valorar el especial rendimiento, la actividad y la dedicación extraordinaria con que se desempeñen los puestos de trabajo, siempre que redunden en mejorar el resultado del mismo.Algo tan difuso que siempre lleva a la polémica por cuanto las medidas y los controles son igualmente difusos.

Un ejemplo de ello, al menos para el grupo socialista en el Ayuntamiento de Málaga, es la aplicación de la productividad en el organismo de Gestión Tributaria (Gestrisam), «por su aumento descontrolado y por la opacidad con que se reparte» según sel criterio de la concejala socialista María del Carmen Moreno.

Moreno hace referencia a los datos aportados por el organismo con ocasión de la aprobación de su cuenta general de 2015, donde se constata «un crecimiento desmedido y no justificado de la cantidad que se ha distribuido en concepto de productividad el año pasado».

La cuenta efectivamente revela que de 2014 a 2015, la cantidad destinada al reparto de la productividad ha crecido un 27,3 por ciento. En 2014 esa cantidad fue de 752.816 euros y en 2015 pasó a ser de 958.635 euro, aunque finalmente se gastó 896.336 euros.

Sin transparencia

El PSOE critica y denuncia «la opacidad absoluta con la que se reparte ese dinero y de los criterios que se utilizan para su reparto», señala Maria del Carmen Moreno. La concejala se quejó de como en el consejo rector de la empresa celebrado la semana pasada para aprobar definitivamente las cuentas de 2015 «resultó imposible conocer como se hace el reparto y con que criterios y objetivos pues ni el gerente de la entidad, ni el concejal de Economía, supieron o quisieron responder a ninguna de las dudas que tenemos al respecto», algo que considero fuera de lugar pues «tenemos derecho a conocer al detalle como se gasta y se reparte el dinero de los ciudadanos».

«¿Cuánto se llevan los cinco directivos de productividad, cuánto el gerente?, no lo sabemos» señala Moreno, «sólo que la cifra mas baja que se reparte son 3.000 euros, de ahí para arriba».

En Gestrisam ya han reaccionado a estas críticas y se han comprometido desde la dirección a remitir a los socialistas toda la información documentada que han requerido.

Los datos que aporta la cuenta general de Gestrisan al respecto son generales. Una parte, la más cuantiosa, va a pagar la productividad del personal laboral y funcionario (la plantilla la forman 5 funcionarios y 217 laborales); otra a los llamados servicios generales que agrupa a los cinco directivos que tiene Gestrisam y a personal técnico.