El proyecto para sacar del olvido y el abandono al antiguo convento de San Andrés ya se ha puesto en marcha. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto al subdelegado del Gobierno en funciones, Miguel Briones, colocaron ayer la primera piedra de las obras de la primera fase de la rehabilitación del convento. El importe de las obras es de 853.389 euros, cofinanciadas entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento con el 1,5% Cultural, siendo la aportación del Estado de 658.726,06 euros. Las obras durarán 11 meses de la mano de Hermanos Campano.

El Refectorium se convertirá en un espacio de exposición y administración del Centro de Interpretación Histórico dedicado a la memoria de Torrijos con una superficie de 238,20 metros cuadrados. Las otras dependencias del convento se destinarán a la Fundación Carnaval de Málaga, con 286,95 metros cuadrados. También se ejecutará una pequeña plaza entre ambos edificios.

En esta primera fase se reconstruirán los muros y las cubiertas teniendo como referencia la iglesia del Carmen que formaba unidad con el convento. Se usarán técnicas antiguas en el intento de aproximarse lo más posible a lo que fue la obra originaria. Contempla la rehabilitación del Refectorium del antiguo convento de San Andrés, además de otras dependencias del mismo.

El arquitecto del proyecto, José Ramón Cruz del Campo, comentó cómo ha evolucionado el proyecto. Era imprescindible conocer el edificio, «se ha analizado en profundidad». Afirmó tener un objetivo único: «recuperar el valor histórico y patrimonial». Para ello se ha restaurado todo lo posible prestando atención a los materiales de la época; aún así, lo perdido se recreará tratando de ser lo más fiel posible, siguiendo la Ley de Patrimonio Histórico. En última instancia, se han resuelto problemas técnicos, como es recuperar un edificio del siglo XIX adaptándolo a las necesidades del XXI. Han sido dos años los que lleva este arquitecto estudiando todo lo relacionado con el edificio.

La Asociación Histórico-Cultural Torrijos 1831se creó en el año 2002. El secretario de la asociación, Esteban Alcántara Alcaide, dictó los objetivos de la misma: «recuperar lugares vinculados con Torrijos y mantener su memoria histórica». Desde su creación han pedido al Ayuntamiento que el convento de San Andrés y el Refectorium se rehabilitaran. Para conmemorar el momento, los integrantes de la asociación acudieron al lugar vestidos con trajes de época.

Estos edificios tiene mucha historia: fue aquí donde el general pasó su última noche del 10 al 11 de diciembre, en la que le «prestaron auxilio espiritual». En palabras del propio Alcántara, «esta era la última asignatura pendiente que le quedaba al Ayuntamiento» tras rehabilitar otros lugares emblemáticos como la plaza de la Merced, la cripta, la señalización donde cayó el general o el monumento levantado en el cementerio de San Miguel.

La segunda fase del proyecto ha sido adjudicada al arquitecto Demófilo Peláez. Contempla la rehabilitación del resto del conjunto histórico del edificio y el patio del inmueble que tendría su acceso principal a través de la plaza de La Misericordia.