La portavoz municipal del PSOE, María Gámez, ha hecho un balance de la Feria de Málaga este año antes de anunciar su dimisión. Las principales iniciativas de las que ha hablado hacen referencia a la erradicación del botellón. La estrategia principal, y que afirma que el PP ha llevado a la práctica tras proponerlo el grupo socialista, es la de ocupar espacios del Centro con actividades culturales. Eso parece haber mejorado la situación, "aunque sigue teniendo una gran parte de botellón en el Centro que tenemos que contribuir a su desaparición".

Gámez apoya que la Feria, tanto del Centro como del Real, debe medirse por su calidad, además de por el número de visitantes y por la renta obtenida. Para ello es esencial ofrecer nuevos contenidos culturales, más muestras gastronómicas "que de eso hay muy poco o nada" y reducir las incidencias por el consumo de alcohol que "siguen siendo muy llamativas". Los datos publicados ayer hablan claro: hay un "43% de incidencias más que el año pasado" y "un 54% se ha aumentado la atención sanitaria por intoxicaciones etílicas". Especialmente se ha detenido en los menores: "12 establecimientos han sido sancionados por vender alcohol a menores".

Breve mención ha tenido el Real al referirse a la música de las casetas para que no influya en otras actividades. También el pregón "debe tomar categoría y relevancia para que se haga desde el balcón del Ayuntamiento y tenga un marcado carácter institucional". Quiere traer los coches de caballo al Centro y abrir espacios dedicados a menores pero jóvenes que tengan menos de 18 años y más de 14. Este grupo no tiene un espacio propio, ya que los espacios de jóvenes venden alcohol y en los familiares no terminan de estar agusto.