Las donaciones son la expresión más alta de la generosidad de las personas. Muchos son los ciudadanos que se interesan en estos días por la donación de sangre y médula. Y más aún después de conocer el caso de Pablo Ráez, un joven malagueño que ha recaído en la leucemia que sufrió hace un año y que ha hecho un llamamiento público para que haya más donantes, como informó ayer este periódico.

Sergio Fernández, médico en el centro de transfusiones y encargado de promover las donaciones de médula osea y serología, explica cuáles son las pautas a seguir para convertirse en un donante y a dónde acudir: «Los puntos de donaciones son el centro de transfusiones en el Hospital Civil y las unidades móviles repartidas por la provincia».

El médico establece que son tres las fases necesarias: « Para ser donante de médula se pasa por tres etapas. Primero hay que inscribirse, donde te hacen una analítica para ver la compatibilidad y se inscribe a esa persona en el registro de donantes de la Fundación Carreras. Tras comprobar si hay compatibilidad, se llega al segundo paso, volver a citar a la persona para realizar un estudio más exhaustivo de su médula para saber si hay una compatibilidad tan alta como para hacer el trasplante. Por último, el tercer paso, si es finalmente oportuno, realizar el trasplante».

A la hora de realizar la extracción hay dos vías por las que se pueden obtener la médula, por una intervención quirúrgica o la aféresis. Fernández explica ambas opciones: «La primera manera se realiza en el quirófano, con anestesia y es pinchando en el hueso de la cadera, donde es más fácil de extraerlo, se inspira el tuétano que es, por así decirlo, la médula. La segunda vía trata de inyectar una aguja en una vena del brazo para que deje circular la sangre que llega a una maquina. Ésta va filtrando las células madres y se devuelve la sangre al donante». Para que pueda ser utilizado el método de la aféresis la células madres deben de encontrarse en nuestra sangre. Para ello, durante cuatro o cinco días previos el donante deberá de inyectarse una medicación para estimular la médula, « hacerlo de una forma u otra depende del paciente, la decisión va en función de las necesidades de este».

El altruismo de los malagueños se ha superado este año, ya son 1.600 los donantes de la provincia en lo que llevamos de año. Una cifra que ha duplicado las expectativas para el 2016, «los malagueños son solidarios, en el momento en el que se lanza un llamamiento de sangre o médula la gente se vuelca. Pero con casos como el de Pablo Ráez hacen que haya una subida bestial en las donaciones. Todos los casos que se difunden en redes sociales hace que haya un repunte», señala el médico.

El banco de donantes es a nivel nacional, por ello el que se hace donante en Málaga se encontrará en el mismo registro que alguien que sea de Madrid. Además, también hay búsquedas de médula fuera de nuestras fronteras, ya que si no encuentran compatibles en el país de origen del pacientes hace una criba en el extranjero. «Cada país tiene su propio banco pero todos los bancos estan conectados entre sí. Una persona de España podría donar a un australiano. Pero el donante no se desplaza, siempre acude al punto más cercano, es la médula la que viaja», aclara el médico Fernández.

Debido al desconocimiento hay muchas personas que se excluyen sin motivos, «cualquier persona que tenga duda lo principal es preguntar, que consulten su caso. Hay gente que se excluye y luego puede ser que sí sirva. Por ello, antes de quedarte con la duda es mejor llamar y no excluirse», aclara Sergio Fernández.

Muchas de aquellas personas que tienen tatuajes, piercings o le realizan acupuntura creen que no pueden ser donantes, pero, solo son cuatro meses los que tienen que esperar, tras realizarse alguna de las tres opciones, para ser donantes tanto de médula y sangre.