­Cada año, más de un millón de conductores circulan a velocidades superiores a la permitida. En verano, todo el mundo aprovecha el tiempo libre para ir a la playa o para visitar lugares donde pasar un buen rato.

Las carreteras se llenan de conductores ansiosos de llegar a sus destinos. La Dirección General de Tráfico (DGT) no está de vacaciones. El pasado lunes, 22 de agosto, publicó en su página web un informe con los 300 tramos identificados más peligrosos en las carreteras convencionales españolas. En Málaga, aparecen cuatro en el listado. Entre las principales causas de sufrir un accidente, la velocidad se encuentra entre ellas. Por eso, además, se ha realizado una campaña estos días -del 22 hasta ayer domingo, 28 de agosto- en la que se han intensificado los controles de vigilancia sobre la velocidad.

Concretamente, en Málaga se encuentran cuatro tramos de los más peligrosos en España, según la lista de la DGT. Pero realmente, son dos las carreteras afectadas, con dos tramos cada una: la A-357 y la A-384. En la A-357, de Campillos (A-384) a Málaga (A-7) por Ardales y Cártama, los puntos más conflictivos se encuentran desde su inicio hasta los 69,22 kilómetros. En el caso de la A-384, del gaditano municipio de Arcos de la Frontera (A-382 y A-372) a Antequera (A-92) por Algodonales, desde el kilómetro 82,22 hasta el 131,13 (en total 48,91 kilómetros).

Como medida preventiva se han señalizado los tramos con más siniestros mediante una señal -INVIVE (INtensificación de la VIgilancia de la VElocidad)- tras estudiar los siniestros en las carreteras desde el 2010 al 2014.

La DGT ha invitado durante estos días a todas aquellas instituciones, tales como ayuntamientos y comunidades, que tengan competencias de tráfico para que se sumaran a esta campaña con el objetivo de llegar a un mayor número de usuarios. El mensaje ha sido simple: transmitir la importancia de respetar los límites de velocidad cumpliendo con las señales. Especial mención se ha hecho a las ciudades en las que se comparte espacio para la circulación de diferentes vehículos como coches, motos o bicicletas.

Los datos

Cada año, mueren en España más de 300 personas por accidentes en los que el exceso de velocidad fue un factor recurrente. Disminuir la velocidad al volante reduciría una cuarta parte de los fallecidos. Por lo que de 300 personas, unas 75 habrían salvado la vida si pisaran el freno con más frecuencia. Las vías convencionales limitadas a 90 km/h son las carreteras en donde más se incumplen los límites. La velocidad, además, no afecta sólo a los conductores: a partir de los 80 km/h es imposible que un peatón salve la vida en un atropello.

La campaña abre sus fronteras y se realiza de forma simultánea en 25 países europeos a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL). Desde la UE se ha solicitado el fomento de campañas para educar y sensibilizar en este asunto. En uno de sus informe, se refleja que sus carreteras siguen siendo las más seguras del mundo. Eso sí, el año 2015 finalizó con 26.000 fallecidos. Se ha hecho un balance del coste social de los accidentes mortales y con heridos. El gasto mínimo es de 100.000 millones de euros. Y es que cuando hay un accidente en la carretera todo el mundo paga sus consecuencias.

@agvstinmm