Los técnicos municipales y autonómicos que ha inspeccionado este martes el paraje natural de la desembocadura del río Guadalhorce no han detectado larvas de mosquitos, pero sí han comprobado la importante cantidad de mosquitos adultos en la zona, frente a lo ocurrido en la anterior inspección. Al encontrarse en un espacio con protección medioambiental no se pueden aplicar productos químicos que acaben con los mosquitos, ya que dañarían a los organismos acuáticos (peces y aves) que habitan en el paraje, tal y como está explicitado en la normativa vigente.

Se seguirán haciendo inspecciones tanto en la desembocadura del Guadalhorce como en zonas limítrofes hasta encontrar los posibles focos que están generando la existencia de una población excesiva de mosquitos adultos.

El Ayuntamiento también ha realizado ya inspecciones en distintos lugares del oeste de la ciudad, como el Parque del Oeste y en puntos cercanos al puente situado junto al Palacio de Deportes Martín Carpena, el canal pluvial situado junto al campo de fútbol de Guadalmar o en el canal de pluviales paralelo a la avenida Manuel Alvar, después de que un ciudadano enviara unas coordenadas por GPS. En ninguno de los casos se han encontrado larvas de mosquito. Además, el Consistorio va a actuar en estos días en la urbanización de Sacaba Beach, aplicando medidas de desinsección en diferentes arquetas situadas junto a inmuebles, donde recientemente se detectó la presencia de larvas y mosquitos.

El lunes se inspeccionaron los canales pluviales de ambos márgenes del río Guadalhorce, no detectándose la presencia de larvas.