El Ayuntamiento de Málaga ya ha puesto cifra a la inversión que debe llevar el nuevo plan turístico de Málaga que prepara la Junta de Andalucía: 13,1 millones de euros, de los que la Junta aportaría el 60% y el Ayuntamiento, el resto. El concejal de Turismo, Julio Andrade, recordó que la Consejería de Turismo se comprometió a invertir en la ciudad 22,1 millones de euros a través de los planes turísticos, de los que sólo se habían concretado nueve millones con el primer plan.

Andrade aprovechó además para apuntar el destino de la inversión de este plan turístico, que está pendiente de cerrarse con la Consejería de Turismo. El concejal considera que se debe acometer la remodelación de los paseos marítimos de El Palo y Pedregalejo, con idea de potenciar un elemento más en la oferta turística de la ciudad, que ya empieza a ser demandado pero que cuenta con numerosas carencias por la falta de mejoras.

Andrade insistió en que la aprobación el martes del decreto de los Planes Turísticos «no puede suponer una renuncia a los compromisos ya adquiridos». Así, subrayó que en 2009 se firmó una inversión de 22,1 millones de euros, con una financiación a dos bandas, aportando la administración autonómica el grueso del total con el 60%. Sin embargo, hasta el momento sólo se han hecho efectivos 9 millones, que permitieron peatonalizar, entre otras, las calles del entorno de la Catedral (Cister, Duque de la Victoria, Molina Lario, Postigo de los Abades, Cañón y varias calles adyacentes).

Esta reclamación la realizó Julio Andrade después de conocer que el nuevo decreto cambia las condiciones de la inversión, que sitúa en una cifra de 40 millones para todos los municipios incluidos (las ocho capitales y los que superan los 100.000 habitantes). Además, la financiación cambia y la Junta asumirá el 50% de los planes, no el 60% como hasta ahora.

Reunión pendiente. Andrade pedirá una reunión con el consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, para conocer qué ocurrirá con la tercera fase del Plan Turístico de Málaga, que incluye la remodelación de los paseos marítimos de El Palo y Pedregalejo.

Las dos primeras fases, ya completadas, tenían como objetivo potenciar el turismo urbano y diversificar la oferta de la ciudad, incorporando nuevos espacios a los itinerarios turísticos.

La primera fase se encargó de la mejora del entorno del Museo Picasso y la Casa Natal; mientras que la segunda puso el esfuerzo en mejorar el entorno de la Catedral. Para la tercera fase se había planteado destinar la inversión a la mejora de los paseos marítimos de El Palo y Pedregalejo, ordenando la zona peatonal y de terrazas, combinando madera y piedra en el nuevo paseo.