­El primer balance sobre cómo ha transcurrido el verano en Málaga deja claro que ha sido cálidos, con 1,2 grados por encima de la media histórica, pero llevadero. Una sensación causada sobre todo por los repetidos episodios de levante que han azotado a la costa y que han sido uno de los rasgos característicos de esta época estival.

Fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) explicaron que en términos generales el verano, periodo comprendido entre junio y agosto, ha sido cálido aunque no tanto como el año anterior, que superó la media histórica en 1,8 grados centígrados.

A pesar de que los episodios de terral han sido más continuos y se han registrado hasta 13 días de terral, con valores por encima de los 35 grados, la temperatura máxima ha sido de 41,7 grados el pasado 4 de agosto, según los registros de la estación del aeropuerto. El año pasado, en cambio, se contabilizaron ocho días de terral pero el termómetro alcanzó los 44 grados en ocasiones.

Uno de los protagonistas de que el mercurio no haya subido de forma vertiginosa ha sido el levante que, a pesar de calmar las temperaturas diurnas y dar una tregua, poco ha podido hacer al caer la noche. Si algo ha caracterizado a estos meses, según informó la Aemet, es que las noches han sido «extremadamente cálidas» con respecto a lo habitual. La temperatura máxima registrada bien entrada la noche data del 19 de agosto cuando los malagueños pasaron la madrugada a 28,3 grados.

Por meses, la temperatura media de junio fue de 24 grados, mientras que la histórica se sitúa unas décimas por debajo con 23,1 grados centígrados. En cuanto a julio, alcanzó los 26,6 grados de media, algo más de un grado por encima de lo habitual (25,5 grados).

Agosto ha sido el mes en el que más diferencia ha habido entre la media registrada (27,4 grados) y la temperatura histórica (26 grados), ya que ha sido cuando más episodios de terral y noches calurosas se han vivido, a pesar del continuo levante. La media de las mínimas corrobora ese dato y la media histórica de este trimestre es de 19,9 grados mientras que este ejercicio ha alcanzado los 21,5 grados. En cuanto a las máximas, también ha habido un incremento. Hasta 30,5 grados frente a los 29,8 registrados en la media histórica.

El año agrícola: seco. Con agosto termina el año agrícola y el pronóstico es poco halagüeño. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) detalló que durante este ejercicio ha llovido un 67 por ciento menos de lo que debería y sitúa estos doce meses como un año seco. La media de precipitaciones se sitúa en 530 litros por metro cuadrado mientras que solo se han registrado 356,1 litros por metro cuadrado. Con estas cifras la provincia ya suma su tercer año consecutivo de sequía. Hay que remontarse a 2012 para dar con registros de precipitaciones por encima de la media habitual.

En cuanto a septiembre, la Aemet detalla que la primera quincena será cálida y también seca pero aguarda con esperanzas ante posibles precipitaciones de cara a la segunda quincena del mes.