Similar a lo que ocurre al inicio de un curso escolar, los principales partidos de la provincia se lanzaron ayer a dar por inaugurada una nueva etapa política que marcará las acciones a desarrollar de ahora hasta finales de año. En esta ocasión, se hizo bajo la sombra de la posibilidad de tener que repetir, ya sería por tercera vez, unas elecciones generales cuando todo apunta a que los actuales líderes nacionales no son capaces de despejar el limbo político en el que transita el país desde el pasado mes de diciembre. En el PP, como lleva siendo costumbre en los últimos años, su presidente, Elías Bendodo, congregó ayer a la dirección provincial del partido para analizar y trazar la futura hoja de ruta que, como aseveró, no quedará condicionada por la urgencia o no de tener que repetir unos nuevos comicios. Esto no impidió, sin embargo, que Bendodo volcara gran parte de su comparecencia ante los medios, a los que atendió en presencia, de la secretaria del PP en Málaga, Margarita del Cid, y del flamante senador popular Manuel Marmolejo, a censurar al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y su negativa a abstenerse para facilitar la investidura del candidato popular a la presidencia, Mariano Rajoy. Para Bendodo, según quedó claro ayer, Sánchez representa el eje en el que se sustenta la negativa a Rajoy y, por ello, no dudó en apelar a otros líderes socialistas a nivel regional para que den un paso al frente para corregir el rumbo tomado que, según el líder del PP, mantiene al país en un impasse. «Ayer pudimos ver que como lo único que le importa al PSOE es mantener el no por el no para mantener el bloqueo en España», aseguró Bendodo poniendo el foco, especialmente, en la presidenta del PSOE andaluz, Susana Díaz.

Mirando a Susana Díaz Después de contemplar la primera parte fracasada de la investidura, Bendodo, al igual que ya hiciera hace una semana el líder del PP a nivel andaluz, Juanma Moreno, miró directamente a la presidenta de la Junta, a la que pidió que trate de interferir en la postura mantenida por Sánchez. «Espero que Susana Díaz haga algo por romper ese bloqueo porque en todos estos meses no ha hecho nada, mientras que el PP hace todo lo posible para lograr un Gobierno estable», lanzó una petición a la máxima mandataria del PSOE a nivel andaluz.

En todo caso, los tiempos parecen contar más que nunca y ante la expectativa de la celebración de un nuevo comité federal en el PSOE, una vez que culmine la investidura frustrada de Rajoy, Bendodo mostró cierta esperanza en que finalmente acaben absteniéndose los diputados socialistas. «Tengo confianza en que hay dirigentes socialistas, con una larga trayectoria y una gran hoja de servicios, que sean capaces de poner cordura y reconducir la dirección en este comité federal». En este sentido, insistió en que este cónclave debe de servir «para pensar primero en España, y después en el PSOE».

En clave provincial También aprovechó su comparecencia Bendodo para analizar el mapa político a nivel provincial. Criticó, sobre todo, los últimos movimientos que se han producido en los Ayuntamientos de Benalmádena y de Vélez Málaga, donde, en ambos casos, el PSOE ha acabado por absorber en sus respectivos equipos de gobierno a los concejales expulsados previamente de Ciudadanos. Sobre todo, en el caso de Vélez Málaga, Bendodo incidió en el motivo de la expulsión del exconcejal naranja, al dar positivo en un control del alcoholemia, y explicó que su caso sirve para ejemplificar que «el PSOE se dedica a buscar cómo mantener los sillones a cualquier precio». «En Benalmádena y Vélez Málaga, el PSOE ha tardado unos 15 minutos en apuntalar sus mayorías con concejales expulsados de Ciudadanos», lamentó el presidente del PP en Málaga. En este sentido, también apuntó a Torremolinos, donde se podría dar una situación similar. «En Torremolinos también hay un concejal de Ciudadanos expulsado y esperemos que esta situación no se repita allí, porque lo único que demuestra el PSOE con ello es que entienden la política municipal como forma de mantener los sillones», advirtió directamente a su regidor, José Ortiz.

Retraso en la Diputación Por su parte, el secretario de Política Institucional y portavoz del PSOE en la Diputación, Francisco Conejo, denunció ayer que miles de familias malagueñas en situación de emergencia social están sufriendo el retraso en las ayudas sociales que ofrece la institución provincial. No es la primera vez que Conejo pone sobre la mesa esta situación en la que, según aseguró, la demora en la llegada de las ayudas supera los doce meses.

Acompañado por la diputada socialista, Sonia Ramos, Conejo adelantó que su partido está preparando una ofensiva para trabajar, tanto desde los ayuntamientos como la Diputación, para poner fin a estos retrasos. «La Diputación tiene que cambiar radicalmente su política social. No podemos tardar un año en atender una ayuda de emergencia social. No podemos tener a familias un año entero esperando a recibir una ayuda de 200, de 300 o de 500 euros. Planteamos que la Diputación de Málaga haga lo que ya vienen haciendo otras diputaciones y otros ayuntamientos: aprobar y dar la ayuda de forma inmediata cuando los servicios sociales constatan que hay una situación de emergencia social en un municipio menor de 20.000 habitantes. En vez de tardar un año, que apenas se tarde días o semanas», concluyó que el principal problema es la falta de voluntad de Elías Bendodo.

En sintonía con el mensaje que lleva repitiendo en sus últimas comparecencias, aseguró que «el problema en la Diputación Provincial es que Bendodo dedica más tiempo a sus peleas con Francisco de la Torre para luchar por la sucesión de la Alcaldía de Málaga que a gobernar esta institución. «Bendodo está ausente de la Diputación Provincial de Málaga. Apenas dedica un día a la semana a asuntos de esta institución. Y pasan cosas como ésta, que miles de familias con necesidades de emergencia social en la provincia de Málaga que no tienen la ayuda cuando la necesitan porque al presidente de la Diputación lo único que le interesa es ser el próximo candidato del PP a la Alcaldía de Málaga», sentenció.