­El sistema educativo andaluz sigue adelante sin recortes. Así lo aseguró ayer la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, en una visita a Málaga, en la que aprovechó para negar que se hayan producido recortes en las plazas de interinos de cara al comienzo del inminente curso escolar. Todo lo contrario, la última responsable en materia de educación del Gobierno autonómico aseguró, que a 1 de septiembre, el número de interinos supera en 91 puestos a los cargos ofertados el año pasado. Para final de mes, De la Calle prevé, además, que se ocupen unas 1.200 vacantes que se sumarán a las plazas ya asignadas.

Según informó la consejera, «hemos aumentado la plantilla de docentes funcionarios» y cifró la subida de profesores en 2.000. Con intención de exculpar a la Junta, achacó la pérdida de plazas interinas de otros cursos a la imposición del Gobierno central para cumplir con las directrices de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. Según De la Calle, estos recortes, fraguados desde Madrid, dieron lugar a la eliminación de 4.500 plazas de profesores interinos.

Además, De la Calle explicó también que el margen de tasas de reposición no sacadas a oposición, que ha sido de un 8 por ciento, se debe a la recomendación de la Unión Europea para mantener la capacidad de flexibilizar los movimientos y ajustes en los distintos centros educativos. En cuanto a la implantación del francés en los centros educativos, aseguró que se trata de un principio básico del espacio europeo y que la cifra de maestros no ha cambiado, sino el orden de los demandantes.

Calma ante la reválida. De cara al puesto en funcionamiento de la reválida, la responsable pidió calma y aseguró que la Junta de Andalucía está trabajando para resolver el posicionamiento escolar de todas aquellos alumnos que no aprueben la reválida de la ESO. En todo caso, insistió en que, aunque «estarán expectantes» la postura de la Junta sigue siendo la de considerar que «las reválidas no representan nada, sino que segregan más al sistema». «Es importante que la conciencia ciudadana y la comunidad piense más en recuperar a la gente del sistema antes que en apartarla».