La Audiencia de Málaga ha condenado a dos años de prisión a un hombre por un delito de detención ilegal, al considerar probado que colaboró con otros para retener contra su voluntad al dueño de una empresa y a un empleado de éste en una vivienda. Se le absuelve de los delitos de lesiones y robo con violencia.

Los hechos sucedieron en 2009. Según se declara acreditado en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el acusado se concertó con otras personas, que no han sido identificadas, para llevar a cabo estos hechos.

Así, en el reparto de los papeles, el procesado era el encargado de alquilar un lugar donde encerrar al hombre, aunque a lo largo del procedimiento no se ha podido esclarecer si los fines eran exigir dinero, robar o golpearle para evitar la participación de la víctima como testigo en un juicio.

El acusado, según la sentencia, fue a una inmobiliaria y se interesó por alquilar una casa durante una semana en la zona Pizarra (Málaga), utilizando un nombre falso para ello y para hacer el contrato.

Además, era el encargado de hacer ir a la víctima a la vivienda, para lo que contrató los servicios de su empresa con el pretexto de colocar unas canaletas en la casa. Para no verse implicado, utilizó un teléfono de prepago y, aunque posteriormente no utilizó la tarjeta, la Guardia Civil terminó identificándolo por el terminal, que sí siguió usando.

Tras contratar el trabajo, la víctima fue a la vivienda con un empleado y fueron sorprendidos, dice la resolución, por varios individuos no identificados, los cuales les exigieron que entraran y "les agredieron", causando lesiones a ambos.

Así, los retuvieron, considera probado la Sala, valiéndose de armas blancas y revólveres "para impedir que pudiera huir los capturados" y durante el tiempo que permanecieron retenidos, varias horas, les realizaron numerosas preguntas pero no se han podido esclarecer los fines que tenían.

Según se indica en la sentencia, los sacaron de la casa maniatados con cinta americana y con bridas y los metieron en el maletero de un vehículo durante una media hora más, hasta que los dejaron en un campo, donde fueron encontrados y auxiliados.

Los individuos se marcharon del lugar con la furgoneta en la que los secuestrados acudieron a la vivienda, que fue abandonada posteriormente en un polígono de Málaga capital; y también se llevaron el teléfono móvil.