Mientras casi nadie en el sector turístico de la Costa del Sol duda ya de que 2016 va a terminar como el año con mejores registros de toda la historia, lo cierto es que en el sector que tira del carro de la economía malagueña hay una cara B muy inquietante denunciada ayer por CCOO y UGT. Por un lado, el secretario federal de Política Institucional de la Federación de Servicios de CCOO, Gonzalo Fuentes, alertó de que «la precariedad laboral y el fraude en el turismo andaluz alcanzan cifras records» pese a los buenos datos registrados. Asimismo, la vicesecretaria general de FeSMC de UGT Málaga dijo que, pese al boom turístico, los trabajadores no se han visto beneficiados por ello y eso que se ha colgado el cartel de «completo» este verano.

Fuentes explicó a Europa press que en julio los destinos turísticos andaluces muestran «registros de ocupación nunca vistos en la comunidad, con récord en visitantes, pernoctaciones, ocupaciones y beneficios empresariales», de manera que a esta altura «de la temporada alta, desde el punto de vista turístico ya nadie duda de que 2016 terminará como el mejor año de la historia». No obstante, criticó que «el récord turístico se ha convertido en un récord de precariedad laboral, de cargas de trabajo, de externalizaciones y de aumento del fraude, donde a los trabajadores los han convertido en la cara B de la industria turística andaluza».

Entre enero y julio, todas las provincias andaluzas «experimentaron crecimientos tanto en el número de visitantes y pernoctaciones como en empleo y rentabilidad de la planta hotelera, estamos por encima de la media nacional en esos parámetros». Pese a ello, criticó que «en casi todas las provincias el empleo creció por debajo de las pernoctaciones, aunque si comparamos el crecimiento del empleo con el incremento de visitantes en Almería, Cádiz, Córdoba y Málaga las cifras son más favorables al empleo». En total, de la media de empleo el subsector de los establecimientos hoteleros reglados ha sido de 40.090, lo que supone 2.778 trabajadores más, un aumento del 7,98%.

«Mientras los principales indicadores turísticos crecen de manera espectacular, el empleo en el conjunto de los subsectores de la hostelería -bares, hoteles, cafeterías, restaurantes, salas de fiestas, discotecas y similares- y, sobre todo, la calidad del empleo que se está creando es precario, a tiempo parcial y, en muchos casos, fraudulentos, ya que se trabajan más horas de las contratadas, lo que supone un fraude a la Seguridad Social». En los primeros siete meses de 2015, los trabajadores con contrato indefinido a tiempo completo representaban el 73,04% del total; un año más tarde, este tipo de contratos cae casi 4,5 puntos, hasta el 68,75%. CCOO aboga por favorecer la figura del fijo discontinuo.

Mónica Palomo, de UGT, asegura que la temporalidad en la hostelería roza el 95%, siendo el gremio de camareros el que más la sufre.

Además, insiste en que hay sueldos muy bajos, algo que también afecta a los cocineros. Esta dirigente sindical denunció que, tras los datos económicos, se esconden contrataciones de media jornada en las que se exige a los empleados trabajar todo el día, así como también se da el pago de horas extras en B.

Por otro lado, el consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, asegura que el crecimiento del empleo evoluciona positivamente desde abril de 2014, con aumentos de trabajadores en establecimientos hoteleros andaluces que se situaron en el 6,8% en julio y en el 8% en lo que va de año, lo que supone la mejor tasa de la última década tanto en julio como en el acumulado.

Fernández alabó la labor de empresarios y trabajadores y abogó por traducir los buenos resultados en una mejora de la calidad del empleo, «ya que un empleo de calidad conlleva un servicio de calidad para el cliente».