Efectivos del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga han detenido a un individuo de 44 años de edad como presunto autor de los delitos de agresión sexual en grado de tentativa, detención ilegal y usurpación de bien inmueble.

Los hechos ocurrieron durante la tarde del martes 6 de septiembre, concretamente sobre las 18:35 horas. La víctima, una mujer de 28 años de edad, comenzó a pedir ayuda desde la ventana de una vivienda sita en calle Pozos Dulces, lo que motivó que vecinos de la zona telefoneasen a la Sala 092 de la Policía Local de Málaga alertados por los gritos de auxilio.

Nada más tener conocimiento de los hechos, policías locales del GIP se personaron de inmediato en el lugar, comprobando que la víctima se encontraba muy agitada y nerviosa tras las rejas de una ventana, manifestando a los agentes que la habían dejado encerrada con una cadena en la puerta y no podía salir.

Acto seguido, un poco más calmada por los agentes, la mujer les contó que la noche anterior, sobre las 03:00 horas de la madrugada, se encontró con un conocido suyo en la estación de autobuses, que le propuso que fuese a dormir a su casa debido a que está viviendo en la calle, a lo que ella accedió, dirigiéndose ambos a su domicilio.

Al parecer, una vez en la vivienda, el individuo le propuso mantener relaciones sexuales, comenzando a forcejear con ella ante su negativa, llegando, según manifestó, a agredirla en piernas, hombro y cara.

Los policías locales comprobaron que la salida y entrada al inmueble estaba sellada por una cadena metálica con su correspondiente candado, por lo que la mujer no podía salir de allí, indicando que el individuo trabajaba en un establecimiento de hostelería del que desconocía el lugar exacto de ubicación.

Instantes después, la víctima localizó unos documentos que indicaban dónde trabajaba el individuo, por lo que otra dotación de agentes del GIP de la Policía Local de Málaga, comisionados a tal efecto, se dirigieron hasta el establecimiento, procediendo a la localización y detención del individuo tras identificarse como policías locales.

Acto seguido, los agentes lo acompañaron hasta su domicilio, procediendo éste, una vez en el lugar, a abrir el candado que sellaba la entrada y salida con una cadena metálica. Una vez abierta la puerta, la víctima salió del inmueble, siendo atendida por los agentes que procedieron a trasladarla a un centro hospitalario para que fuese asistida.

Además, los policías locales pudieron advertir que la vivienda estaba siendo ocupada ilegalmente, encontrándose muy desordenada y sucia.

Tras ello, el detenido fue trasladado a dependencias policiales, para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial.