El Puerto de Málaga sigue arrastrando un grave problema por el escaso uso que se hace del tren para llevar las mercancías hasta sus dominios. Este medio de transporte se abandonó hace siete años, pero en mayo se hicieron pruebas para recuperarlo, de forma que se recorrieron las vías que separan la zona marítima de la estación María Zambrano con una locomotora y cuatro vagones. La idea es volver a usar este medio porque así llegarán, entre otros productos, más coches, lo que supondrá más negocio.

El recinto portuario malagueño se sitúa entre los puertos españoles que están mejor valorados para transportar coches, de manera que consiguió una valoración de 3,7 sobre cinco, y gestionó 44.533 unidades en 2015, según los datos de Puertos del Estado recogidos en un informe de la asociación de fabricantes Anfac. El puerto destaca por sus buenos accesos por carretera pero es frecuentemente penalizado por la imposibilidad de utilizar el modo ferroviario para transportar vehículos.

Este punto es vital para la economía portuaria, toda vez que se ha reducido el tráfico de contenedores con el desmontaje de tres grúas, aunque se sigue manteniendo la actividad.

En cuanto al tren, aún se discute el histórico soterramiento de las vías en su acceso al puerto, con el objetivo de incidir poco en el tráfico y poder operar a pleno pulmón.

Según el informe de Anfac, Santander, Valencia y Tarragona recibieron la mejor puntuación. En concreto, el puerto malagueño logra un 3,1 sobre cinco en materia de gestión de la Autoridad Portuaria, puntuación que se eleva a un 4,6 en materia de accesibilidad por carretera. Este puerto se ve penalizado por no tener acceso ferroviario, pese a las pruebas que se están haciendo para reabrirlo.

Asimismo, consigue una puntuación de 4,4 en cuanto a agilidad en la asignación de zonas de depósitos en las terminales. En cuanto a la manipulación, cumplimiento de instrucciones de la marca o daños sobre vehículos en carga y descarga de camiones alcanza 4,1 puntos, mientras que en carga y descarga de barcos llega a los cuatro puntos, y en zonas de depósitos, 4,2 puntos sobre cinco.

El estudio otorga una puntuación de 3,8 en cuanto a flexibilidad del servicio y un 4,3 en trámites aduaneros. El informe indica que el «Puerto de Málaga ha reducido muy ligeramente su valoración, detectándose algunos aspectos de mejora y viéndose penalizada por la falta de acceso ferroviario a las terminales de coches». Precisa que la mayor parte de aspectos son satisfactorios, destacando los accesos por carretera y su circulación interior.