Málaga alcanzó ayer los 28 grados centígrados aunque la sensación térmica, a tenor de los comentarios que podían escucharse por la calle de turistas y autóctonos, pudo ser mucho mayor. Lo cierto es que el buen tiempo y el calor siguen alargando la temporada de playas, como puede verse en esta imagen en la que una turista descansa sobre la arena y, en primer plano, una sombrilla con un el dibujo de un brillante sol, una instantánea que bien podría ser una metáfora perfecta de las altas temperaturas que han azotado a la capital a lo largo de los meses de junio, julio y agosto, aunque ayer el calor fue más suave. Los hosteleros rezan por que el buen tiempo se prolongue, al menos, hasta noviembre, lo que ayudaría a romper la estacionalidad.