Los datos del Observatorio de las Ocupaciones publicado por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) vuelven a constatar que el tejido económico de la provincia está constituido fundalmente por microempresas. De hecho, el 82% de las más de 56.300 firmas dadas de alta con afiliados al Régimen General de la Seguridad Social en Málaga a finales de 2015 tenían como máximo cinco trabajadores.

El porcentaje sube hasta el 97% si se le añade la horquilla de entre seis y 25 trabajadores, aunque dentro de este grupo serían mayoría las firmas que se mueven como mucho en torno a las diez personas, como han constatado ya otros estudios y así viene siendo admitido por la propia Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Desde hace años, es la propia patronal la que viene advirtiendo de la necesidad de que la empresa malagueña gane en dimensión para competir en mejores condiciones en un mercado cada vez más competitivo y globalizado y para afrontar el reto de la internacionalización.

De momento, el peso de las empresas de mayor dimensión sigue siendo ínfimo dentro del conjunto del tejido productivo. Málaga sólo tiene 977 empresas con plantillas de entre 26 y 50 trabajadores (un 1,7% del total). Los porcentajes son aún menores a medida de que aumenta el tamaño: 452 firmas se mueven entre los 51 y los 100 afiliados (un 0,8%) y cerca de 400 (0,67%) presentan ya de 101 afiliados en adelante, según los datos del SEPE.

El Observatorio destaca en su estudio sobre el mercado laboral malagueño, en todo caso, el «gran número de afiliados» que presta sus servicios en las pequeñas empresas de entre uno y 25 trabajadores. En concreto, son el 46,53% del total de afiliados al Régimen General, porcentaje ligeramente superior al 45,63% de 2014, algo «que pone de manifiesto una cierta mejoría del empleo en las pequeñas empresas de la provincia».