La consecuencia principal de la aprobación del Plan Especial del Campamento Benítez es que se permite el reinicio de las obras de conversión del antiguo campamento militar en un gran parque. Los trabajos, iniciados en 2013, fueron paralizados al no tener respaldo urbanístico, ni estudio de inundabilidad. Además, la Agencia de la Seguridad Aérea frenó un lago artificial por considerar que atraería aves a una zona de entrada y salida de aviones. En 2014 el Ayuntamiento empezó a poner orden urbanístico redactando el Plan Especial para determinar las infraestructuras necesarias y las medidas correctoras a posibles inundaciones. Sin embargo, ha tardado dos años en conseguir el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente, y es condicionado a la ejecución de una serie de mejoras en los estudios y trabajos previstos, que afinen las actuaciones para evitar las inundaciones. La idea es que, una vez completadas estas exigencias, en 2017 se puedan retomar los trabajos en el parque.