Las evaluaciones finales o reválidas que contempla la Lomce son uno de los puntos de la ley que más oposición ha encontrado. Ya el pasado curso escolar, la mayoría de las comunidades autónomas, a excepción de las gobernadas por el PP, se opusieron a la reválida al finalizar Primaria y optaron por alternativas como reconocer la evaluación continua y el trabajo de los profesores, en el caso de Andalucía. El pulso entre el Gobierno central y las autonomías ´objetoras´ llegó a tal extremo que se interpusieron una docena de recursos ante el Alto Tribunal y el Ejecutivo de Rajoy envió requerimientos pidiendo explicaciones.

Este curso entran en vigor las reválidas en ESO y Bachillerato y la Junta de Andalucía también está dispuesta a dar la batalla. La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, afirmó esta semana que la comunidad buscará «las mismas soluciones» que se encontraron para la reválida de Primaria, cumpliendo con la ley pero adaptándola «para favorecer los intereses andaluces». No obstante, De la Calle señaló que se dará un «margen» al Ministerio para intentar encauzar en base al «diálogo» una actuación que derive en la paralización del decreto que regula las reválidas en la ESO y el Bachillerato. De todas formas, la reválida de cuarto de la ESO no puntuaría para este curso pero sí para el siguiente.

Los rankings no se publicarán.