Botellas, bolsas de plástico, vasos y todo tipo de suciedad se acumula en las zonas verdes y solares que hay en varios puntos del Cerrado del Calderón. Es una de las zonas preferidas para hacer botellón, práctica que está prohibida pero que se reproduce con cierta impunidad todos los fines de semana. Durante el verano ha sido especialmente intensa. Los problemas no son sólo de suciedad. Hay mucho ruido, un griterío que los vecinos califican de insoportable. «Cómo el Cerrado de Calderón tiene esa acústica, el ruido del botellón se escucha mucho», asegura Ana Vigar, presidenta de la Asociación de Vecinos de Cerrado de Calderón, quien indica que alguna vez «un vecino les ha llamado la atención y le dijeron de todo».

El botellón fue prácticamente erradicado del Centro Histórico. La ordenanza municipal y la presencia policial acabaron con esta práctica en los lugares habituales, como era la plaza de la Merced y, posteriormente, en el Paseo de los Curas. Sin embargo, esto ha provocado que se haya extendido por otros puntos. La Coracha y el entorno de la Alcazaba es otra de las zonas calientes, así como pequeños grupos en el entorno del Centro.

El Cerrado de Calderón ha ido ganando protagonismo en los últimos años. «Padecemos el botellón todo el año, aunque se nota más con el buen tiempo», explica Vigar, quien recuerda que si no hay una mayor presencia policial es difícil evitar que se concentren los jóvenes.

Las buenas vistas y la relativa tranquilidad de los tres puntos de botellón del Cerrado de Calderón -el Campanario, el mirador del Cerrado y alguna zona de la calle principal- han incitado la concentración de jóvenes los viernes y sábado por la noche.

A las molestias por ruidos a los vecinos se le une un segundo problema, como es la limpieza. Limasa se encarga de recoger la basura de las calles, pero no de las zonas verdes que hay por allí y que corresponden a Parques y Jardines. Un grupo de vecinos ha comenzado una recogida de firmas para reclamar la limpieza de estos espacios al Ayuntamiento de Málaga, en especial en el mirador que hay subiendo por el Camino de la Desviación.

La asociación de vecinos se ha desmarcado de esta recogida de firmas, insistiendo en que ya han presentado varios escritos con esta misma petición en la junta de distrito Este, además de plantearlo en las comisiones del distrito. «Tenemos confirmado que Parques y Jardines actuará en la limpieza de las zonas verdes, aunque queda por cerrar la fecha», asegura la presidenta de la asociación de vecinos del Cerrado de Calderón, quien indica que se hará esa limpieza «en breve» y que esta semana se conocerá la fecha.

«Nos han asegurado que se hará una limpieza en las zonas verdes de los residuos acumulados y se quitarán los matojos», afirma Ana Vigar. La presidenta de los vecinos del Cerrado de Calderón subraya que le gustaría que esta limpieza «se hiciera más a menudo», aunque reconoce que es un problema que afecta a toda Málaga, ya que se necesitan «servicios más continuado de limpieza».

Botellón. La prohibición de beber alcohol en la calle entró en vigor en Málaga capital en 2012, con la aprobación de una ordenanza que prohibía esta práctica salvo en fechas señaladas como Navidad, Semana Santa, Carnaval o Feria, fundamentalmente. Desde entonces se empezó a sancionar el consumo de alcohol en la calle. En cuatro años se han tramitado 13.632 multas, de las que apenas el 5% han sido anuladas tras un proceso de alegaciones.

La multa ronda los 300 euros, aunque a los jóvenes de entre 18 y 30 años se ofrece la posibilidad de permutarla por trabajos sociales.