­Gary Hutch, irlandés de 34 años, había estado haciendo deporte un caluroso día de septiembre de 2015. Volvía a su casa, ubicada en la urbanización mijeña Ángel de Miraflores, cuando vio que un tipo encapuchado lo esperaba en la puerta. En ese momento, el objetivo comenzó a correr por la urbanización de forma que el sicario le disparó en varias ocasiones hasta que logró herir a Hutch junto a la piscina. Luego, se acercó tranquilamente, lo remató y huyó. Al poco tiempo, un coche semicalcinado fue hallado en Cabopino (Marbella). Los investigadores encontraron material genético del verdugo, lo que ha sido vital para que la Guardia Civil pudiera detenerlo.

Este crimen es el séptimo, según fuentes oficiales, de una guerra entre bandas mafiosas irlandesas cuya génesis es el asesinato de Hutch en septiembre de 2015, un antiguo miembro del clan Kinahan, con sede en Estepona, que cayó en desgracia por una traición, aunque este periódico ha podido contabilizar hasta diez muertes violentas en virtud de las fricciones entre redes criminales del país del trébol, episodios violentos que han tenido como escenarios Mijas, Irlanda y hasta Mallorca.

El arrestado es J. G. y se le considera un traficante de drogas y armas. Fue arrestado hace unos días en su domicilio de Madrid, según las fuentes, que aseguran que tanto el fallecido como el detenido pertenecen al clan Kinahan, aunque la víctima cayó en desgracia, según la policía irlandesa, tras traicionar a la familia que antes le pagaba como matón y chico para todo. De hecho, estas bandas se dedican fundamentalmente al narcotráfico.

La operación, denominada Geráneo, esclarece la tercera muerte acaecida en Mijas desde 2015. Entre febrero y agosto de 2016, hubo otras siete muertes violentas, aunque realmente ha habido una decena de asesinatos.

Desde el inicio de las pesquisas, los investigadores consideraban que tras la ejecución estaba un ajuste de cuentas. Los agentes realizaron seis registros en otros domicilios del entorno del presunto asesino y en un gimnasio de Marbella, donde se intervinieron coches, armas y móviles. En la operación han intervenido tanto la Guardia Civil como la Garda irlandesa, que desplazó policías a España, al igual que funcionarios del instituto armado se trasladaron al país anglosajón.

Este asesinato reproduce el modus operandi de la muerte de otro de los miembros de estas mafias en septiembre de 2014 en un pub de Marbella, Gerard Hacha Kavanagh, acribillado a balazos por dos encapuchados.

El último episodio violento de esta larga refriega, en la que las organizaciones parecen estar dando rienda a la mala sangre -como calificaba Clemenza, el inolvidable personaje de El Padrino, a estas guerras-, tuvo lugar a mediados de agosto en el residencial Costa de la Calma, en Calviá (Mallorca), cuando un irlandés de 40 años recibió cuatro tiros en la espalda ante su mujer y sus tres hijos. Fueron tres los pistoleros que participaron en el asesinato, aunque se trató de un error, puesto que la Guardia Civil cree que los sicarios erraron en su objetivo. La Garda, según reprodujo entonces la prensa irlandesa, cree que los asesinos trataban de dar caza a un hombre vinculado a los Kinahan.

Gary Hutch es sobrino de Gerry Hutch, conocido como El Monje, un gánster irlandés vinculado con algunos de los mayores atracos a mano armada de la historia de Irlanda. Este tipo asegura haberse rehabilitado.

El hombre cuya muerte dio inicio a este rosario de crímenes a sangre fía logró sobrevivir a dos ataques anteriores. El primero de ellos el 4 de febrero de 2008 en Estepona. Hutch resultó herido cuando ejercía de chófer de su compatriota Paddy Doyle, otro elemento con numerosos antecedentes en su país por narcotráfico y otros delitos graves que no tuvo tanta suerte y murió acribillado a los 28 años. En el asiento de atrás viajaba Freddie Thompson El Gordo, íntimo de Hutch y el único viajero de aquel todoterreno que hoy continúa entre los vivos.

La segunda vez que Gary Hutch salvó la vida fue en agosto de 2014. Jamie Moore, un conocido excampeón de boxeo británico, estaba en Marbella para entrenar a un púgil vinculado a los Kinahan. Este recibió dos disparos en Estepona cuando salía de casa de sus jefes. La policía consideró que el objetivo de esas balas era Gary.

En mayo de 2010, Hutch fue detenido por su implicación en el caso Shovel, donde fue arrestado el conocido como Padrino irlandés, Christopher Kinahan, junto a sus hijos Daniel y Chris.