El actual presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Fernando Pastor, será reelegido en el cargo después de que su candidatura, la única presentada tras la convocatoria de elecciones en la corporación, haya sido ratificada tras finalizar el plazo de alegaciones que se inició el pasado 8 de septiembre, según anunció ayer el propio organismo colegial. Pastor, que lleva como presidente desde 2013, estará así al frente de la institución colegial durante los próximos cuatro años. El Colegio de Málaga, con unos 1.200 colegiados, es el tercero de España en número de integrantes, sólo por detrás de Madrid y Barcelona.

¿El hecho de que sólo se haya presentado su candidatura representa un aval a su gestión?

Pienso que sí. La gente está contenta. En otro caso se hubiera presentado alguien más. En estas últimas semanas he recibido muchos mensajes de felicitación por la gestión que hemos hecho en estos primeros años.

¿Qué balance hace?

Estoy satisfecho pero la nota la deben de poner los colegiados. Ahora bien, si nadie ha presentado otra candidatura entiendo que como mínimo tengo un aprobado. El Colegio ha dado en estos años un vuelco en su imagen, se ha acercado a la sociedad y a las instituciones. También hemos mejorado la relación con las comunidades de vecinos y con los ciudadanos a través de una mayor información y un asesoramiento jurídico. Hemos puesto en valor la labor del Colegio y mejorado el concepto que se tiene de la figura del administrador de fincas. La espina que se me queda clavada de este primer mandato es no haber podido sacar adelante aún el convenio colectivo para los empleados de fincas urbanas. No ha sido por falta de trabajo sino por circunstancias ajenas a nosotros. Pero confío en que podamos lograr su aprobación junto a los sindicatos en un plazo razonable. Es algo fundamental para las comunidades, para sus empleados -hablamos de casi 4.000 personas en Málaga- y para los propios administradores, porque así los derechos estarán claramente regulados y todos sabremos a qué atenernos.

¿Cuáles son los objetivos para los próximos cuatro años?

Aparte de impulsar definitivamente el tema del convenio colectivo, vamos a poner en marcha a corto plazo el Tribunal Arbitral de Arbitraje Inmobiliario (Tribucaf Málaga), una alternativa que ofrecemos para que las comunidades de propietarios se olviden de los tribunales ordinarios a la hora de resolver conflictos. Se trata de una vía más rápida porque emitiremos los laudes arbitrales de obligado cumplimiento en un plazo de unos dos meses. Este arbitraje puede resolver diversos asuntos, por ejemplo, los temas de deudas pendientes en las comunidades o las discusiones entre vecinos por cuestiones como las instalaciones de aire acondicionado o la conservación de terrazas comunes pero que son de uso privativo. Otra iniciativa será el Centro de Mediación, que también resolverá problemas de convivencia vecinal (aunque en estos casos sin laudo arbitral) como la celebración de barbacoas, el uso de las piscinas o el tema de las mascotas.

Hace un par de meses presentaron el informe relativo a la morosidad en las comunidades de vecinos. Parece que la situación ha mejorado respecto a años anteriores, con una bajada del 13% de la deuda global en Málaga.

Es cierto que ha mejorado bastante y lo ha hecho sobre todo porque los bancos han nombrado empresas de gestión y están procediendo a abonar las deudas que tenían contraídas con las comunidades de vecinos a cuenta de las viviendas que tienen en propiedad. Otro factor importante es la reactivación del mercado inmobiliario: las operaciones de compraventa se han liquidado gran parte de las cargas que los inmuebles tenían con cada comunidad.