­Los secuestros condicionados -a cambio de la entrega de un rescate- se han disparado en la Costa del Sol. Si ya entre 2013 y 2014 el crecimiento fue del 166%, hasta los 16 asuntos, en 2015 la subida ha sido inferior, en concreto del 31,3%, hasta las 21 diligencias previas abiertas en los juzgados de la provincia, aunque también se trata de un incremento muy significativo, según las cifras aportadas por la Fiscalía General del Estado en la memoria relativa al último año.

Fuentes policiales aseguran que lo más normal es que estos episodios de secuestro se den entre las redes criminales internacionales especializadas en el narcotráfico, presentes en Málaga porque esta es una provincia de paso de muchas de estas mercancías, algo que se corrobora echando un vistazo al auge de los delitos contra la salud pública: el tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud aumentó un 16,7% en 2015, hasta las 301 diligencias previas abiertas en los juzgados del litoral malagueño; el narcotráfico de sustancias que no crean grave daño a la salud aumentó un 5,8%, desde los 429 casos hasta los 454. Sin embargo, estas fuentes no tienen la percepción de que haya muchos más raptos de esta naturaleza.

«La mayor parte de secuestros en España y en Málaga están relacionados con el narcotráfico, fundamentalmente para cobrar alguna deuda en dinero o droga o para que la víctima dé información sobre dónde se esconde un alijo o una cantidad oculta», explican fuentes policiales, que, sin embargo, aseguran que los secuestros exprés son prácticamente inexistentes en la provincia en los últimos meses, frente al auge de hace un año.

El abogado penalista Javier Muriel explica: «Siempre han existido en la Costa del Sol las detenciones ilegales como prueba ante un posible negocio fallido del narcotráfico, es decir, yo te doy una cantidad para que me traigas una cosa y no te lo pago hasta que la tengo aquí. Por eso se han dado muchos secuestros históricamente, dado que es la forma de no cobrarse después un ajuste de cuentas».

Es más, este penalista explica que son delitos de fácil comisión porque se suelen resolver en menos de una semana. «Son grandes organizaciones, porque para retener a una persona necesitas de una organización y una infraestructura importantes, por eso las redes lo tienen más fácil», señala este penalista.

Los secuestros condicionales son aquellos en los que se pide dinero a cambio de la liberación de la víctima. Además de las mafias, hay algunos secuestros exprés, pero son pocos. Este tipo de raptos es castigado con penas de seis a diez años. Además, han crecido un 52,9% las detenciones ilegales, hasta 26. «Aquí hablamos, por ejemplo, de un vigilante de seguridad que detiene a alguien en un centro comercial y lo introduce en un cuartillo o, más típico de la violencia de género, el caso de un hombre que encierra a una mujer para que no salga de una habitación», subraya el penalista José Manuel Vázquez.