Una de las estampas mas negativas que han afeado en los últimos años el escenario del Centro Histórico, quedará pronto borrada, para dar paso en el plazo de unos dos años a un nuevo edificio de viviendas.

Se trata del inmueble, o lo que queda de él, que ocupa la manzana de la plaza del Teatro, con fachadas también a las calles Tejón y Rodríguez y Alcántara que acaba de recibir licencia de obras para que su promotora, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, S.A. (Sareb), pueda iniciar los trabajos de construcción de un gran bloque de viviendas, según anunció ayer el concejal de Ordenación del Territorio Francisco Pomares.

Concretamente prevé 58 viviendas, 7 locales comerciales, 58 trasteros y 108 plazas de aparcamientos.

Una vez concedida la licencia de obras, la Sareb se compromete a presentar el proyecto de ejecución en el plazo máximo de 3 meses. Respecto a los plazos para el inicio y terminación de las obras de edificación del inmueble, se acordó para el inicio tres meses desde la expedición de la licencia de obras.

A partir de ahí, el plazo previsto para la ejecución de las obras es de 36 meses. El proyecto tiene un presupuesto de ejecución material de 6.456.544 euros.

En el proyecto presentado, y por exigencias de la Gerencia de Urbanismo, la promotora se compromete a restaurar las fachadas existentes y a reconstruir las demolidas, conforme a su composición original, tal y como establece la ficha de catálogo. También se deberán de recuperar los huecos de planta baja con unas dimensiones y modulación acordes con el resto del edificio. Se mantiene el esquema de patio central en torno al cual se establecen las circulaciones y acceso a las viviendas, conforme a la tipología de la edificación original.

Los edificios que ocupaban esta manzana han protagonizado una larga historia en los últimos diez años en que ha permanecido cerrado, alcanzando un alto grado de abandono y de deterioro a ojos vista de todos los ciudadanos.

El inmueble fue cerrado definitivamente en 2005, cuando lo abandonaron sus últimos inquilinos. Fue adquirido por el grupo inmobiliario Evemarina con la idea de levantar un hotel, si bien Urbanismo mantuvo el uso de residencial. En 2009 fue adquirido por el grupo vasco Baensa que presentó un proyecto para construir 71 viviendas de lujo y a tal fin llevó a cabo la demolición de las fachadas y el vaciado del interior. Con la crisis ya instalada Baensa renuncia a construir al entrar en quiebra. El inmueble pasa a propiedad de la Sareb que una vez que Urbanismo lo incluye en el registro de solares en ruina para su venta forzosa, decide presentar un proyecto que es al que ahora se le ha concedido licencia para ejecutarlo.