­La crisis, la falta de estabilidad económica, los problemas personales o abordar las dolencias y enfermedades que se asocian a la vejez son algunas de las causas que han provocado que el uso de fármacos antidepresivos aumente año tras año en Málaga, registrándose un aumento del consumo de un 40% desde 2011.

Ése es uno de los datos que arrojan las estadísticas facilitadas por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga, que contabilizan los fármacos antidepresivos recetados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en los últimos cinco años y refleja en torno al 90% de los antidepresivos que se consumen anualmente en la provincia. Solo excluye aquellos que se prescriben por consulta privada y que representan un porcentaje mínimo respecto al total provincial.

El consumo de estos fármacos aumenta de manera paulatina cada año. En 2011 se recetaron hasta 853.543 unidades, una cifra que creció en más de 10.000 cajas al año siguiente y en 2012 se suministraron hasta 963.271 unidades.

Durante el ejercicio 2013 se superó el millón de cajas y los médicos de la sanidad pública recetaron un total de 1.033.989 unidades. En 2014 vuelve a subir esta cifra hasta alcanzar 1.108.892 de unidades recetadas.

El último dato disponible corresponde a 2015, año en el que se recetaron hasta 1.192.380 cajas de antidepresivos y no hay indicios que hagan pensar en un descenso del consumo de estos fármacos en este ejercicio. Esta evolución supone que en cinco años se ha pasado de recetar algo más de 800.000 unidades al año a superar con creces el millón de unidades, sin descender su consumo en ningún momento.

«Que haya aumentado su consumo no significa que todos estén en el mismo rango de población. Los antidepresivos se usan para muchas cosas, por ejemplo, en los mayores con demencia se utilizan para regular sus estados de ánimo y hacerlos tratables», detalló el secretario del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Diego Rodríguez Aylon.

Los más recetados. Los antidepresivos que más se recetan son aquellos denominados inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina. El que lidera esta lista es la «seltralina», con unas ventas mensuales de entre 18.000 y 20.000 cajas, según indicó Rodríguez Aylon. Le sigue el antidepresivo «citalopram», del cual se receten unas 15.000 cajas al año. En tercer lugar, y por ventas similares, están el «efcitalopram» y la «paroxetina» (fármaco inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, pero efecto ansiolítico), de los cuales se recetan entre 8.000 y 10.000 cajas mensualmente.

El secretario del Colegio de Farmacéuticos asegura que el consumo de este tipo de fármaco se realiza tan solo por prescripción médica y su uso responde a terapias concretas en las que se hace necesario este fármaco y su seguimiento. «Su uso no es de dos días, este tipo de medicamentos tienen unas pautas para empezar y terminar», puntualizó.

El hecho de que correspondan a tratamiento de uso prolongado en el tiempo hace que las cifras de ventas de cada uno de estos fármacos se mantengan estables todos los meses del año. Sin embargo, existen picos y la llegada del otoño se asocia a un repunte de este tipo de tratamientos. El secretario del Colegio de Farmacéuticos incide en factores como el descenso de la ocupación tras el periodo de temporada alta para explicar ese posible repunte.