­Patrick Tuite Briales es el jefe de laboratorio del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación del Comercio Exterior (Soivre) del Puerto de Málaga, tiene 48 años y nació en la ciudad fruto del matrimonio de un abogado irlandés, que se enamoró de la capital de la Costa del Sol, y una perchelera. Pero no es el protagonista de este reportaje por todo eso, sino porque ha escrito Sucedió en Málaga (Ediciones del Genal), una novela que narra cuatro de los principales episodios históricos de la urbe a través de las peripecias del cuadro Los desposorios místicos de Santa Margarita (siglo XVI), también llamado La Virgen de la rosa, obra de Francesco Mazzola, el Parmigiano, una obra con en torno a medio milenio de vida que ahora puede verse en el Museo del Patrimonio Municipal pero que, durante muchos años, estuvo expuesta en la antesala del despacho del alcalde y que es uno de los más valiosos que tiene la ciudad.

«A mi poder llegaron fotocopias de los oficios que intercambiaron en la década de los sesenta del siglo XIX uno de los alcaldes de la época con el cónsul inglés en las que se hacía referencia a la voluntad de las hijas de cierto doctor, de apellido Noble, de construir un hospital de beneficencia de la ciudad», explica, y ahí surgió la idea del libro. El médico, que también fue alcalde de Leicester y miembro del Parlamento, tras jubilarse, vino a Málaga a pasar unos días, con la mala suerte de que contrajo el cólera ayudando a los enfermos. Lo enterraron en el cementerio inglés y las hijas donaron 25.000 duros de la época para el hospital. Poco después, un tratante de arte inglés donó el cuadro a las hijas de Noble.

«Al parecer, mientras Carlos V saqueaba Roma el Parmigiano terminaba el cuadro, que es uno de los más importantes del patrimonio de la ciudad y uno de los más desconocidos», subraya Patrick Tuite, quien visitó, hace en torno a una década, cuando tuvo la idea del libro, el Hospital Noble, el Cementerio Inglés y allí vio la tumba no sólo de Noble, sino también de Robert Boyd, el irlandés que se sumó al general Torrijos en su lucha contra la tiranía de Fernando VII (fueron fusilados en 1831 en las playas de San Andrés). «Eso pesó mucho, porque la mitad de mi sangre es irlandesa», aclara.

Allí, en el Cementerio Inglés, están enterrados muchos de los marineros de la fragata Gneisenau que se hundió a principios del siglo XX en las aguas del puerto. «Entonces, pensé: por qué no escribir algo relacionando con estos episodios, y salió una novela», añade. «Me pareció una buena idea que el cuadro estuviera presente en todas las historias», añadió.

Desde su publicación en marzo, el libro ha vendido mucho. «Me paran mucho para alabar el libro. Muchos malagueños me dicen que no conocían algunas de las historias de su ciudad, y les parece una manera interesante de familiarizarse con ella», aclara. «Necesité mucho trabajo en bibliotecas, en internet y revisando las revistas Jábega e Isla de Arriarán. Empecé hace diez años», subraya.

«La mayoría de los malagueños no sabemos mucho del pasado de nuestra ciudad, no conocemos por qué las calles por las que pasamos tienen esos nombres y la historia es la mensajera del pasado», reflexiona Tuite, quien recuerda que su libro puede ser adquirido en cualquiera de las librerías principales de Málaga. «Hoy, un malagueño de los siglos XIX y XX probablemente no reconocería su ciudad, porque ha cambiado mucho a mejor».