Los juzgados malagueños abrieron en 2015 un total de 16 investigaciones por el maltrato a animales domésticos frente a las 17 de 2014; mientras, los delitos contra la fauna se situaron en 21 en contraposición con los 20 del año anterior, pero sólo se incoó una causa por ilícitos contra la fauna, según los datos de la Fiscalía General del Estado. La Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga recalca que la estadística real no se corresponde con las cifras penales y critica el hecho de que muchas de esas conductas se queden en simples infracciones administrativas y se resuelven con una multa.

«La mayoría de estas denuncias por maltrato se quedan en simples actos administrativos, a lo que se suman los procesos archivados», precisa la presidenta del colectivo, Carmen Manzano, para luego indicar que la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía tiene instrucciones muy claras y los acusadores públicos malagueños «lo tienen muy claro» en cuanto a la lucha contra el maltrato a los animales, pero las leyes no les acompañan y ni policía ni jueces tienen grandes medios.

Este año, por ejemplo, la Sociedad Protectora de Animales se ha personado en cuatro asuntos de los que se han archivado tres. En uno de ellos, seguido porque un vecino de Benagalbón tenía a sus perros y a cabezas de ganado en muy mal estado, la entidad debió personarse como acusación particular para evitar su archivo. «Hacemos una gran cantidad de denuncias diariamente a las policías locales, por ejemplo porque hay perros en los balcones, pero muchas veces todo se resuelve con una charla. Es necesario que haya una ley nacional», apunta.

Una de sus demandas es la reforma del Código Civil para que los animales dejen de ser bienes muebles y se les trate como «seres sintientes», de forma que no sean cosificados y para ello ya se están llevando a cabo contactos con grupos políticos.

El abandono, un delito. Otra de sus reivindicaciones es que «el abandono de animales sea tipificado como delito, con penas de cárcel, porque cuando alguien es sentenciado a sólo seis meses de prisión es como si no lo condenaras a nada», aclara. Asimismo, indica que es esencial la creación de una unidad de policía animal, dado que tanto el Grupona de la Policía Local como el Seprona de la Guardia Civil no se dedican exclusivamente a velar por que los animales no sean maltratados, sino que también han de hacer frente a delitos contra la ordenación del territorio, contra el patrimonio histórico-artístico o contra el medio ambiente tales como vertidos. «Tienen demasiadas competencias y cuando llamas por un animal lo ideal es que se intervenga rápido, pero ellos muchas veces no pueden hacer más con tan pocos medios», precisa Manzano.