Todo empezó con Antonio Pastor Guerrero, un camionero cansado de bregar por toda España y no ver a la familia, que en diciembre de 1956 abrió con su hermano Manuel en el entonces pasillo de la Cárcel, hoy avenida de la Rosaleda, 15, el «café económico y churrería», Los Pastores, según reza el permiso municipal de la época.

«Al principio del bar el mostrador era un tablón de madera», recuerda Antonio, uno de sus hijos, que se ha pasado 47 años en el bar, desde que tenía 14 o 15. «Le dije a mi padre que no quería estudiar. Me dijo que fantástico. Hizo que le diera la vuelta a una caja de coñac, que era de madera, que la pusiera delante del fregadero y me preguntó: ¿Llegas?, pues el empleo es tuyo. Luego me hizo estudiar el bachillerato nocturno».

En esos tiempos, recuerda Antonio, que ya está jubilado, él servía a domicilio el café y los churros. «Iba con una bandeja más grande que yo desde el colegio La Goleta hasta Galerías Rodríguez».

Era una de las muchas novedades de Los Pastores. Otra de ellas, el especializarse en jamones gracias a un exitoso método de venta: «Antiguamente existía el club de los sastres, ibas pagando una cuota y cuando la completabas tenías un traje. Pues mi padre lo aplicó a los jamones: Pagas 50 pesetas durante 20 semanas y tenías un depósito de mil para comprar. Nos han llegado a venir camiones Pegaso con 3.500 jamones», recuerda.

Muy frecuentado los días de partido en La Rosaleda, cuando buena parte del público acudía andando al estadio, Los Pastores se llenaba también gracias a ser uno de los primeros bares de Málaga en contar, primero con televisión en blanco y negro y luego con tele a color. «Esto estaba lleno de niños los días en que actuaba Herta Frankel (la marionetista)», recuerda Antonio.

Inauguración del bar Los Pastores hace 60 años. Foto: Archivo Familia Pastor.

La renovación. La reciente jubilación de Antonio Pastor, el hijo del fundador, no ha supuesto el cierre definitivo del negocio sino un cambio total de la mano de los hijos de su hermano Félix Pastor: Félix Gabriel, Raquel y Susana.

Los dos primeros, maestros, decidieron emprender la aventura de retomar el bar de la familia. «Los tres hermanos tenemos estudios diferentes pero nos pusimos manos a la obra porque lo llevamos en los genes», cuenta Félix Gabriel, que ha diseñado el establecimiento.

El resultado, que comenzó su andadura el verano de 2015, se llama Selección Los Pastores, una cafetería y panadería que también ofrece delicatessen, como jamón serrano de Miranda del Castañar (Salamanca), queso manchego, queso zamorano o queso de cabra malagueña.

Y de la tradición familiar mantienen por ejemplo la receta de su abuelo para el lomo en manteca, «con un toque de especias, sin adobo, para que no se repita».

Además, y como recuerdo a ese «café económico» con el que el negocio nació a finales de 1956, ofrecen «un café cien por cien arábica con crema de leche perfecta por un euro».

El cambio del negocio ha enganchado a nuevos clientes y mantenido a los antiguos, cuenta Félix Gabriel, que explica que priman «un buen precio con una calidad excelente y un buen servicio».

En este tiempo, Félix Gabriel Pastor comenta que la experiencia «está siendo fenomenal, porque la gente ha respondido muy bien», mientras su tío Antonio confiesa sentirse «encantado» con el relevo. Pastores hay para rato en la avenida de La Rosaleda.