¿Se rieron mucho de usted cuando montó Zegrí?

Ten en cuenta que la asociación se formó hace 14 años y que el panorama cultura no era igual. Nos juntamos cuatro amigos y cuando fuimos a firmar los estatutos el funcionario se rió y me dijo: «No sabe usted donde se va a meter». Pero los años han demostrado que estaba equivocado. Hasta la fecha somos casi 700 personas. En ese mismo año también se inauguraba el Museo Picasso. Ha cambiado todo desde que Zegrí nació. El centro histórico en sí, hay más equipamientos culturales. Málaga ya no es solo turismo de playa y sol sino que la gente también se interesa por su oferta cultural. El panorama era muy triste, nos costó mucho. Nadie nos conocía y nos hemos esforzado para dar cursos para formar a otras personas culturalmente a colectivos, colegios, llevando un poco de la historia de la ciudad. Al principio, nos prestaron un salón que hay en la avenida de la Aurora. Ahora tenemos nuestro propio espacio. Poco a poco nos hemos ido acercando a los escolares principalmente, que son los que van a heredar nuestra cultura. Y hasta aquí.

Entonces no han sido 14 años en vano.

Han sido arrolladores. Se han cubierto las expectativas con creces, seguimos trabajando. Estamos presentes en eventos importantes como la Cabalgata de Reyes, los principales monumentos de la ciudad... La cultura es complicada, hay gente que no ha ido nunca a una ópera y nosotros hemos llevado la ópera a algunos distritos; a los niños marginados de Málaga a ver los monumentos como la Catedral. Si quieres contactar con nosotros para cualquier visita, tiene que ser con mucha antelación porque hay una lista larga de espera.

Málaga ya ha salido un par de veces en The New York Times como ciudad cultural...

Es normal porque la oferta cultural es magnífica. Antes, cualquier fin de semana que querías bajar al centro histórico no encontrabas la oferta cultural que hay ahora. Por ejemplo, espero ver abierto por fin el Museo de La Aduana. La gente se va a dar cuenta de su historia, de los pintores, de la escultura; va a ser un antes y un después para el ciudadano.

¿Qué va a suponer la apertura del Museo de Málaga para los propios vecinos?

Va a marcar un antes y un después. Es una tipología de museo que nunca antes se había visto aquí. Un museo diferente donde toda su esencia es la historia de la provincia desde los primeros tiempos. Algunas de las obras de los pintores maravillosos del siglo XIX recrean la historia de una manera magnífica. La Aduana va a ser capaz de alimentar el conocimiento que tiene la gente sobre Málaga. Para los que amamos la cultura y la historia es muy importante que se abra este museo y espero que sea uno de los más visitados. Además, está en una zona muy privilegiada, al lado de la Alcazaba y el Teatro Romano. ¿En qué ciudad encuentras algo así?

¿Qué cree usted que le hace falta para abrirlo de una vez por todas? Todas las obras ya están colocadas en su sitio.

Yo me digo a mí mismo y, quiero creerme, que es por los motivos que dio la consejera de Cultura: hace falta dinero para la contratación de personal. Dice que va a ser antes de diciembre. A lo mejor en el mes de noviembre nos da una alegría y se abre por fin al público porque es lo único que hace falta. Ese día los malagueños y los miembros de la Plataforma de la Aduana seremos los más felices del mundo porque algunos llevamos trabajando más de 20 años en su apertura.

¿Cuidamos nuestra propia cultura o la tratamos como un trapo?

No somos conscientes de lo que tenemos. A veces me ha llegado gente preguntándome «¿qué puedo visitar en Málaga? ¡Es que no hay nada!» Y esto me duele en el corazón. La oferta cultural que hay es increíble. Vayas donde vayas, por lo menos en el Centro hay algo. El Museo Revello, pronto La Aduana, la Alcazaba, el Teatro Romano y un largo etcétera. En un día no te da tiempo a ver todo lo que contiene la ciudad. Hay tantas cosas para recomendar que me falta tiempo.

¿El turista valora más la cultura malagueña que el propio malagueño?

Totalmente. El turista se queda alucinando, solo tiene buenas palabras para lo que ve. Como la oferta cultural ha aumentado, el turista también. El malagueño no, porque está acostumbrado y acomodado, por decirlo de alguna forma. No nos creemos el potencial que tiene esta ciudad y tenemos que hacerlo. A veces vas caminando por el Centro Histórico y ves ciertas calles que dejan mucho que desear por su estructura y limpieza. Tenemos que vendernos más y mejor. No solo en el Centro sino también en los distritos.

Precisamente, el Centro parece demasiado abarrotado, culturalmente hablando, y apenas hay nada en los distritos.

Es una asignatura pendiente. Antes de que todo el proyecto de Zegrí estuviera asentado queríamos que Málaga entera, es decir, con todos los distritos, fuese cultural. No podemos tener todo en el Centro como si esto fuera un parque temático. Es verdad que el Centro está saturado de actividades y en los distritos no hay nada. Hay que desplazarlo todo y expandirlo. El problema también reside en que hay distritos que están acondicionados, es decir, tienen equipamiento para las actividades que nosotros proponemos, pero hay otros que no. Para solucionarlo de alguna manera hemos intentado llevar actividades culturales de todo tipo como teatros, ópera, exposiciones, etc. Todo el mundo no tiene la posibilidad de desplazarse al Centro por problemas económicos o por lo que sea. Es una tarea que debemos arreglar entre todos: llevar la cultura a cada uno de los once distritos.

¿Le hace falto algo más a la ciudad en aspectos culturales?

Siempre hace falta algo. Hacen falta espacios. Zonas por cada distrito donde pueda haber exposiciones. Que sean municipales y que estén al servicio del ciudadano. También hace falta el cuidado del Centro, que tenga un buen lustre, no solo para los turistas, sino que también nosotros lo disfrutemos.