­El volumen total de préstamos bancarios en manos del sector privado en Málaga continúa su tendencia interanual a la baja, aunque a unos ritmos ya muy atemperados y con trimestres puntuales donde la cifra ofrece algunos ligeros repuntes, lo que vendría a confirmar, como sostienen tanto economistas como colectivos empresariales, que los bancos muestran ya una mayor disposición a dar crédito. Tras el primer semestre de 2016, el crédito vivo que manejan las familias y empresas de Málaga cayó sólo un 0,4% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior (otros años lo hacía en el entorno del 8%) dejando el total ahora en 32.476 millones de euros.

No obstante, el segundo trimestre de 2016 ofreció un ligero repunte de 1.400 millones en el volumen global de préstamos, algo que ha sucedido en pocas ocasiones durante los últimos años, lo que podría ser indicativo de que esa tendencia a la baja empieza a tocar fondo. En cualquier caso, la pérdida de liquidez respecto a antes de la crisis continúa siendo muy significativa: las familias y empresas malagueñas manejan ahora casi un 35% menos de dinero en créditos bancarios que en el año 2008, cuando se alcanzaron los máximos históricos. Por aquel entonces, y en plena ebullición del consumo (aunque ya se empezaban a percibir los primeros efectos de la crisis), el sector privado llegó a manejar una cifra récord de casi 47.500 millones de euros en crédito vivo.

Tanto el Colegio de Economistas como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) han manifestado en los últimos meses que la tendencia a la baja del crédito persiste porque siguen siendo mucho más los créditos que van siendo amortizados que los que se suscriben. Por otro lado, las entidades financieras prestan ahora mismo, por lo general, cuantías bastante inferiores a las de hace unos años. Toda esta dinámica se enmarca además en un proceso de desapalancamiento de la economía española (término que hace referencia al desendeudamiento del sector privado) demandado por Bruselas y que, a juicio de los expertos, era realmente necesario.

En cualquier caso, el Colegio de Economistas de Málaga ha afirmado en reiteradas ocasiones que ya es el momento de que el canal del crédito bancario se reactive por completo porque las restricciones de acceso a la financiación que siguen sufriendo muchas pequeñas empresas y autónomos están impidiendo, a su juicio, aprovechar estos últimos dos años de reactivación para crecer a un mayor ritmo en el PIB y crear así más empleo. El crecimiento en Málaga fue del 3,5% en 2015 y para 2016 se espera rondar el 3%. Según los economistas, con un escenario más normalizado de crédito, el ritmo podría acercarse al 4%.

Por su parte, la CEM reconoce que era necesario un proceso de cierto desendeudamiento del sector privado, ya que el nivel de crédito alcanzó antes de la crisis cotas excesivas. Pero también reclama que el canal de préstamos bancarios se vaya reactivando por completo para ofrecer a las empresas la liquidez necesaria en un momento en el que la economía ha dejado atrás la época más dura de la crisis y las empresas se plantean operaciones de compra de maquinaria o mercancía y procesos de internacionalización para exportar.