Pese a que tanto el PP como Ciudadanos han tachado y considerado «inviable» la realización de una consulta popular para decidir el futuro de los suelos de Repsol, ambos grupos no tuvieron ayer ningún reparo en votar a favor de celebrar la consulta, tal como reclamaba una moción presentada por IU Málaga para la Gente.

La aceptación de la consulta por ambos grupos se decide también a pesar de que PP y Ciudadanos han iniciado ya negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo sobre el proyecto para los suelos de Repsol, un acuerdo que, de producirse, dejaría sin sentido la celebración de una consulta popular.

De hecho, en sus intervenciones, el concejal de Participación, Julio Andrade, tras anunciar que la semana que viene está convocada la mesa de trabajo, dejó claro que «ningún proceso participativo puede ir en contra del ordenamiento; un proceso participativo no puede tumbar el plan general», advirtiendo de que «proponen algo que es ilegal».

Reunión de la mesa técnica. Con todo, el pleno, por unanimidad de todos los grupos, volvió a aprobar la realización de dicha consulta, tal como ya hicieron en enero, sin que en los meses posteriores se haya avanzado en pro de su celebración.

En el aire del debate sobrevoló el informe del interventor sobre dicha consulta, un documento que, como los billetes de 500 euros, existe pero nadie ha visto o, al menos, todos dicen no haberlo leído, incluido el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

Los grupos de la oposición aprovecharon el pleno para insistir en reclamar al equipo de gobierno la entrega de dicho documento, pero no lo lograron. El concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, prometió que hará entrega del mismo en la reunión de la mesa ciudadana constituida para organizar la consulta que va a ser convocada a primeros de octubre.

En esa mesa, según lo aprobado ayer, se tendrá que volver a discutir y aprobar los requisitos y trámites que deben cumplirse para celebrar la consulta. En el debate de ayer, la oposición de izquierdas vertió duras críticas contra el alcalde y su grupo, las más fuertes por parte del portavoz de IU Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que acusó a De la Torre de «actuar de forma tramposa y antidemocrática».

De igual modo, se aprobó una propuesta urgente planteada por Málaga Ahora en la que se insta al equipo de gobierno, la Gerencia Municipal de Urbanismo y al alcalde, Francisco de la Torre, a que, con celeridad, exijan a la Sareb que presente ante la Consejería de Medio Ambiente el informe sobre la descontaminación de los suelos.

Proyectos distintos. También salió adelante, aunque esta vez con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos, una propuesta del PSOE para instar al Consistorio a permutar, antes de que finalice el año 2016, los aprovechamientos urbanísticos de la parcela en los terrenos de Repsol de forma consensuada con los propietarios, por otros en otras zonas de la ciudad y así dejar libre de cargas ese espacio y poder construir un gran parque urbano.

Pese a votar a favor de realizar la consulta, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, insistió en la defensa del proyecto aprobado en el PGOU que planea cuatro grandes rascacielos, aunque recortando el número de viviendas para destinarlas a oficinas para empresas tecnológicas. El bloque de izquierdas defendió su propuesta de un gran bosque urbano en la zona, eliminando prácticamente los edificios de viviendas, mientras que Ciudadanos defiende eliminar tres de las cuatro torres y trasladar la única que se mantenga al otro lado del bulevar, lo que permitiría una gran zona verde de 130.000 metros cuadrados.