Con las dos únicas medallas rojas entregadas este año en la Comisaría Provincial de Málaga y otras dos con distintivo blanco, el Grupo de Homicidios protagonizó ayer los actos de la festividad del Día de la Policía Nacional. El jefe de la unidad, Eusebio Jesús Blázquez, fue condecorado por su intensa trayectoria iniciada en el grupo en 2012 con el crimen del abogado Salvador Reina, asesinado por un ciudadano alemán que acudió a su despacho del centro de Málaga haciéndose pasar como un cliente. Tras cerrar un trato por un falso caso penal, ambos se dirigieron a Marbella en el coche del letrado para formalizar parte del pago, aunque por el camino le quitó la tarjeta de crédito y la clave amenazándole con un arma blanca hasta que finalmente lo mató a cuchilladas y extrajo más de 1.000 euros en varios cajeros. Días después, el abogado fue encontrado en el maletero de su coche en los alrededores de la estación de autobuses de Málaga. Para Blázquez, sigue siendo el caso que más le ha impactado por ser el primero y por las circunstancias que lo rodearon.

Del cerca de medio centenar de crímenes resueltos por el grupo desde entonces, del que más orgulloso se siente es del cometido en enero en la calle Alemania, donde el cuerpo de una mujer fue hallado en su vivienda por los bomberos que extinguieron las llamas de su casa. Tras un mes de investigación, el grupo detuvo a un hombre que conocía a la víctima y que presuntamente la asfixió para robarle y quemó la casa para borrar las huellas. Por este caso fueron condecorados con la cruz con distintivo blanco sus compañeros Fernando Jacobo Meca y David Gálvez, mientras que la otra medalla roja, color que conlleva una pensión vitalicia, acabó en la pechera de José Páez por su gran aportación en la investigación que permitió atrapar al violador en serie de Teatinos, cuyos ataques fueron destapados por este periódico unos días antes de su detención. La alarma social que provocó el caso obligó al alto mando a recurrir al Grupo de Homicidios, cuyos agentes apenas tardaron dos días en detener al hombre que empezó robando trasteros y coches y terminó atacando a las mujeres con las que se cruzaba de madrugada en los garajes privados en los que actuaba. «El mérito es de todo el grupo», insistió Páez.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, que presidió la ceremonia en el pabellón de deportes de la Comisaría Provincial, destacó el trabajo de todos los agentes del cuerpo que han permitido que la tasa de criminalidad haya experimentado «un evidente descenso» en los últimos cinco años. Esta progresión, según Briones, ha continuado este año con una reducción de un 1,5% de las infracciones penales en el primer semestre. El comisario principal, Pedro Garijo, expresó su agradecimiento a todas las instituciones públicas y privadas que facilitan «las condiciones de trabajo y la buena imagen de la Policía Nacional».