­La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un grupo de cinco personas que secuestró a un narco rival y, a cambio de su liberación, le exigieron 60.000 euros. Cuatro de los encausados han sido sentenciados a un año y tres meses de cárcel y un quinto a un año y nueve meses. A la víctima, que estuvo recluida en una vivienda de un núcleo rural de la capital, en Los Asperones y El Viso, le dieron palizas periódicas y llegaron a cogerle la lengua, los dedos y el pene con sopletes, cizallas y tenazas y a amenazarle con que se le iban a cortar esos miembros.

Según consta en la sentencia, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga, el acusado, sospechando que un tercero se había quedado con 15 kilos de hachís de su propiedad en una operación que tuvo lugar en Paria (Italia), decidió secuestrarlo con la finalidad de recuperar dicha droga o su valor. Para ello, a cambio de 4.000 euros, contrató a otros cuatro acusados. Uno de ellos facilitó una vivienda de su propiedad en una zona rural de Málaga, en la parcela Los Vázquez.

El 12 de octubre de 2015, el principal acusado quedó con el perjudicado en La Palmilla y lo recogió con un coche de su propiedad, para llevarlo después a la vivienda franca bajo la excusa de dar de comer a un perro, dicen los jueces. Una vez allí, salieron tres de los encausados «y lo tiraron al suelo a golpes; tras atarlo con unas bridas de pies y manos, le taparon la boca con cinta adhesiva y los ojos con un trapo, desnudándolo por completo, donde siguieron golpeándolo, exigiendo que les dieran 60.000 euros o los 15 kilos de hachís».

En dicha situación estuvo dos días, «con palizas periódicas, utilizando palos y barras de hierro y amenazas con sopletes, cizallas y tenazas con las que le cogían la lengua, los dedos y el pene, diciéndole que se lo iban a cortar, llegando en una ocasión a efectuar un disparo al suelo, todo con la finalidad de que este dijera dónde estaba el hachís».

La tarde del 14 de octubre, el secuestrado aprovechó que lo habían dejado solo, consiguió liberarse las manos y efectuó una llamada al 112 pidiendo ayuda, siendo sorprendido por los acusados en ese momento, «que a la vista de la llamada efectuada decidieron sacarlo de la casa, por lo que, tras ducharlo y vestirlo en una vivienda contigua, se desplazaron en un coche hasta una casa de Los Asperones y seguidamente al polígono El Viso». Allí, el cabecilla le pidió que lo perdonara y le prometió que lo iba a compensar económicamente. Permitió que llamara a un amigo para que lo recogiera, pero antes le quitaron el teléfono, valorado en 400 euros, y su documentación personal y lo liberaron, indicándole que no llamara la policía, dice la Audiencia.

El afectado se trasladó al Hospital Carlos Haya de Málaga, donde fue asistido a las 1.23 horas del día 15 de octubre. Presentaba hematomas múltiples en la cara, una hemorragia en el ojo izquierdo, dolores y magulladuras en otras partes del cuerpo y lesiones inciso contusas en ambos muslos.