Puede ser el comienzo de un viaje espectacular. Hasta ahora, el nombre del representante más conocido entre los exploradores espaciales era el de Curiosity. El nombre, en inglés, es programa. La cosa va de resolver antiguos enigmas con un pequeño robot cargado de todo tipo de artilugios que sirven para todo tipo de cosas. Desde la presión atmosférica, hasta la viscosidad del terreno, y pasando por la estructura de las rocas. Desde cualquier centro espacial europeo, a miles de kilómetros, habrá alguien con un mando moviendo el robot en su ruta por lo desconocido. Taladrará rocas y depositará el polvo que surge en su interior para el posterior análisis.

Por primera vez, la Universidad de Málaga (UMA) desempeñará un papel trascendente en la exploración espacial, ya que el departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMA ha firmado un acuerdo de colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) para que los ingenieros malagueños desarrollen los algoritmos para la planificación de caminos en estos pequeños vehículos, que reciben el nombre de rovers. En concreto, la UMA participará en la misión denominada Exomars y que pretende colocar un rover en el terreno de Marte en el año 2020.

¿Es el planeta vecino tan agresivo a la vida como se piensa hasta ahora? ¿Será habitable en algún momento lo que ahora se erige como un desierto hostil? Para guiar al rover en su búsqueda de vida extraterrestre, el vehículo estará dotado de un taladro que permitirá analizar el subsuelo. Para solucionar los problemas que se puedan producir en su trayecto, los ingenieros de la UMA planificarán, a través de los mencionados algoritmos, el recorrido que el vehículo debe realizar desde un punto a otro, sorteando los obstáculos y optimizando ciertos parámetros como el consumo eléctrico o la exposición del rover a la radiación solar. El acuerdo suscrito por la UMA y la ESA establece una duración de 15 meses para el proyecto.

La investigación será llevada a cabo por profesores del departamento y por un estudiante de doctorado. Con esta actividad, la UMA abre una nueva vía de colaboración entre ambas instituciones y se introduce de lleno en la investigación relacionada con la robótica espacial. Hasta ahora, la UMA cuenta con un amplio bagaje en el campo de la robótica móvil, destacando, especialmente, el equipo dirigido por el catedrático, Alfonso García Cerezo.