El Club Málaga Valley intenta reinventarse tras diez años de funcionamiento y ante la constatación de que el modelo original se ha agotado. La exministra socialista Cristina Garmendia ha asumido la presidencia del club para pilotar este cambio, que se centrará en mirar al exterior para atraer inversión extranjera y animar a los empresarios malagueños a dar el salto a otros países. Garmendia, que ayer dejó claro que hay que cambiar la forma de trabajar, apuntó a Alemania como modelo de innovación y protagonista de las acciones de promoción de Málaga para captar inversiones. Además, Garmendia, dentro de los nuevos vientos de Málaga Valley, reiteró que los empresarios locales deben asumir un nuevo protagonismo en el club, una de las carencias de estos últimos diez años.

El principal problema de esta nueva etapa será fijar una hoja de ruta para «ver cómo se hace más conocido y se consigue atraer inversión extranjera a Málaga», tal y como reconoció ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante el acto de presentación de esta nueva etapa del Club Málaga Valley al que asistieron, además de Cristina Garmendia, el presidente de honor, Javier Cremades; el director de Aertec, Antonio Gómez-Guillamón; el embajador de Alemania en España, Peter Tempel; el rector de la UMA, José Ángel Narváez, y el presidente del Círculo Hispano-Alemán, José Luis López Schummer, entre otros.

Llama la atención que uno de los principales objetivos sea dar a conocer en Europa esta «marca o lobby tecnológico» después de diez años de funcionamiento, lo que muestra la falta de internacionalización del club, una rémora que se quiere solventar. Para ello, el alcalde se fija en el modelo de promoción que se ha utilizado para situar a la capital como referente internacional y que ha dado tan buen resultado. De la Torre reconoció ayer que «no es fácil dar a conocer a Málaga no solo como destino turístico sino también como lugar en el que invertir y trabajar», por lo que agradeció la labor de la embajada española en Berlín y de la alemana en Madrid.

El alcalde considera necesario conocer la capacidad de Málaga para atraer emprendimiento y talento, entender las inversiones y el por qué las empresas eligen la ciudad, así como recopilar datos de las ventajas que tiene Málaga capital sobre la competencia.

«Se trata de ir mirando cómo podemos mejorar la posición competitiva de Málaga y sacar conclusiones», afirmó De la Torre, quien adelantó que «todo lo que sea dar a conocer el producto con rapidez, con eficacia, con honestidad, sin contar nada que no sea verdad, solo la realidad de las cosas, es bueno que lo hagamos», abogando por realizarlo a semejanza de como se hace promoción en Turismo.

Uno de los ejemplos del nuevo sistema de trabajo del Málaga Valley podrían ser las jornadas que sobre el brexit se han celebrado esta semana en Málaga y la asistencia con un expositor propio en Going Global, una de las mayores ferias que se celebran en el Reino Unido dirigida a empresas que buscan su expansión internacional.

Plan estratégico. Para potenciar la captación de inversiones, empresas y talento, el Club Málaga Valley presentó ayer la hoja de ruta del Plan Estratégico de Internacionalización y Captación de Inversiones Extranjeras en Málaga, que será «muy abierta», según dijo ayer su presidenta, Cristina Garmendia. «Málaga Valley -dijo Garmendia- tiene que jugar ese papel de agregador y engranaje de experiencias, por lo que hay que trabajar en esa hoja de ruta para sumar voluntades y ser capaces de llevar el proyecto desde lo local a relacionarnos con la Unión Europea».

Garmendia recordó que hace meses, cuando se lanzó la nueva marca, se plantearon en dos retos: apertura al entorno internacional y la aproximación a lo local. En este punto, puso en valor las acciones llevadas a cabo en Madrid este pasado jueves y ayer en el PTA de Málaga, donde visitaron numerosas empresas.

Sobre las aspiraciones a corto plazo, Garmendia explicó que la ciudad de Málaga se fijará en el liderazgo tecnológico que Alemania supone para Europa con el fin de aprender de ello, atraer inversión extranjera al PTA, visibilizarse y establecer relaciones bilaterales entre países con la colaboración de universidades.

También tuvo palabras para el alcalde, ya que «sin una visión y un compromiso explícito» Málaga Valley no sería una realidad y pidió que este proyecto sea «asumido por todos los grupos políticos» porque tiene que ver con el futuro de la ciudad.