La Diputación de Málaga ha arrancado este viernes su plan de lucha contra el cambio climático, con el que se prevé, tal y como se anunció en el mes de abril, plantar un millón de árboles en el horizonte del año 2020. Así, actuará sobre unas 2.500 hectáreas para restaurar zonas especialmente degradadas o con un elevado riesgo de erosión, para lo que utilizará también el bombardeo de semillas.

Así lo ha anunciado el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, quien ha destacado que ya se ha consensuado con 65 municipios las áreas prioritarias de intervención, comenzando las actuaciones el próximo mes de noviembre en seis localidades.

En este punto, ha agregado que se prevé utilizar dicho método "innovador" de lanzar cápsulas de semillas de árboles, empleando aviones o helicópteros, en zonas seleccionadas, como pueden ser las afectadas por incendios forestales, y a las que no se puede acceder a pie. Para esto se está en contacto con la Junta de Andalucía.

Asimismo, Bendodo, junto a la diputada de Medio Ambiente, Marina Bravo, y la directora de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, Odile Rodríguez de la Fuente, ha explicado que se realizará la plantación de especies autóctonas del vivero provincial con árboles como pinos, encinas, acebuches o algarrobos, y arbustos como romero, lavanda, lentisco, aulaga, sabina o enebro.

Las primeras arboladas, como se ha denominado la plantación, se efectuarán con la colaboración de voluntarios en seis municipios: Antequera, en el entorno de Los Dólmenes, y Villanueva del Rosario, junto al albergue municipal, el 6 de noviembre; Arriate, en el recinto ferial y en el área recreativa de arroyo La Ventilla, y Coín, en el entorno de la Ciudad del Cine, el 20 de noviembre; y Sierra de Yeguas, en un antiguo vertedero de escombros, y Alfarnate, cerca de la depuradora, el 27 de noviembre.

El plan en el que está trabajando la institución provincial ha sido presentado públicamente este viernes en un acto donde se ha dado a conocer también la marca 'I love Málaga viva', con la que se quiere proyectar que Málaga "es una provincia comprometida con el clima".

Las acciones se basan en la repoblación forestal, la reducción del consumo de electricidad, la mejora de la movilidad y una adecuada gestión del agua y de los residuos, ha detallado el presidente de la institución, quien ha agregado que el cambio climático es "un fenómeno global que representa una amenaza con efectos potencialmente irreversibles para todo el planeta".

"Cuando hablamos de los perjuicios para el medio ambiente nos referimos a las graves consecuencias que tendrá en nuestra calidad de vida y en la actividad económica", ha dicho, recordando que sectores importantes para Málaga como el turismo o el agroalimentario "pueden verse seriamente afectados".

A juicio de Bendodo, el hecho de que el cambio climático sea un problema de "gran magnitud no significa que no podamos hacer nada". "Tenemos la oportunidad de evitar la emisión de toneladas de CO2 simplemente cambiando algunos de nuestros hábitos", ha apostillado.

"Las administraciones públicas debemos dar un paso adelante y de manera conjunta liderar iniciativas que precisan de la colaboración y la participación activa de la ciudadanía", ha expuesto el presidente de la Diputación, quien ha apostado por favorecer una economía "baja en carbono".

Con el millón de árboles que se prevén plantar, ha dicho Bendodo, se evitaría la pérdida de unas 125.000 toneladas de suelo anuales, una cantidad de tierra similar a la que transportan 6.250 camiones cada año. Además, en dos décadas, estos árboles absorberían más de 85.000 toneladas de CO2 anualmente, equivalente a los gases que emiten cinco millones de vehículos en un desplazamiento de 100 kilómetros.

Otras acciones para reducir las emisiones, ha precisado la diputada de Medio Ambiente, son el cambio en el sistema de alumbrado público en municipios menores de 5.000 habitantes y la revisión y actualización de los planes de optimización energética de todos los ayuntamientos, así como mejoras en la movilidad, ayudando a los municipios a la creación de carriles bici.

En cuanto a eficiencia energética, en materia de agua, se está realizando un diagnóstico de las infraestructuras hidráulicas y de los recursos hídricos de cada comarca para conocer las necesidades más urgentes de cada zona.

En lo que respecta a los residuos, se plantean medidas que eviten el colapso de los vertederos de la provincia. En este caso, la sensibilización de los ciudadanos es primordial, así como la colaboración de las empresas. Bendodo ha anunciado que, a final de este mes, previsiblemente el día 26, la Diputación recepcionará la planta de compostaje en el complejo medioambiental de Valsequillo, y se cederá para su explotación al Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos.

Por su parte, Odile Rodríguez de la Fuente ha felicitado la iniciativa de la Diputación para luchar contra el cambio climático que, ha dicho, es negativo pero también "lo veo como una oportunidad para reinventarnos".

Así, se ha referido a las propuestas tecnológicas desde el punto de vista de la energía y la liberalización de ésta, la creación de más espacios verdes, los nuevos trabajos que se crearán y el incremento de la calidad de vida que puede conllevar la adopción de nuevos hábitos.

"Hay que colocar a la naturaleza en el centro para inspirarnos a todos", ha sostenido, y ha agradecido que la Administración provincial de Málaga no vaya "un paso por detrás". "Ojalá --ha añadido-- otras diputaciones y estamentos públicos tomen ejemplo porque España es el país de la Unión Europea donde más se ha notado el aumento de las temperaturas, un grado y medio, pero es uno de los que tiene más potencial para hacer un desarrollo sostenible".

A juicio de Rodríguez de la Fuente, el hecho de que una zona turística como la provincia de Málaga apueste por la naturaleza "será cada vez más un valor añadido". "La gente busca lo auténtico, lo puro, lo salvaje y eso es apostar por el futuro", ha finalizado.