­Las carreteras interurbanas de la provincia de Málaga suman en lo que va de año 21 víctimas mortales, cifra que supera por poco el mínimo histórico alcanzado en 2014 y que podría suponer que el ejercicio acabe con menos fallecidos que el año pasado, cuyo balance ascendió a 26. A la espera de los dos meses y medio que le quedan a 2016, el balance provisional de siniestralidad en nuestras carreteras sería mucho menos trágico si no fuera por las ocho muertes registradas durante julio y agosto. Éstas representan un 40% de todos los fallecimientos, un dato demoledor si se tiene en cuenta que durante todo el primer semestre del año hubo 11 víctimas mortales, según datos de la Jefatura Provincial de Málaga que señalan un cambio de tendencia en septiembre, mes en el que sólo consta un fallecimiento, al que habría que sumar otro en la noche pasada en Almogía. La estadística tampoco sonríe al comparar julio y agosto, los que más movimiento registran a lo largo del año, con el mismo periodo del año pasado en el que se produjo una muerte menos.

Una vez más, las carreteras convencionales son las protagonistas. Si durante los primeros seis meses del año cinco personas murieron en este tipo de vías, en julio y agosto fueron seis las que murieron en carreteras secundarias y otra en octubre. Esto supone que el 57% de las fallecidos en lo que va de año han perdido la vida en seis de estos escenarios. La A-357, la carretera que une Málaga capital y Cártama, es con diferencia la carretera que más siniestralidad concentra con cinco fallecimientos, todos entre abril y agosto. Un dato a tener en cuenta es que cuatro de esos accidentes se produjeron entre los puntos kilométricos 39 y 54. La A-397 (Ronda-San Pedro de Alcántara), una vía históricamente conflictiva sobre todo entre motoristas, le sigue de lejos con dos fallecidos que circulaban sobre vehículos de dos ruedas. La A-384 (Antequera-Almargen), la A-366 (Ronda-Coín), A-356 (Casabermeja-Torre del Mar), la A-402 (Viñuela) y la MA-3404 (Almogía), todas con un fallecido. Las autovías, por su parte, suman ocho fallecidos, siendo la A-7, la más transitada, la que más accidentes mortales ha registrado. De los 21 fallecidos hasta el momento, seis han sido motoristas y dos, peatones.

Campañas en las secundarias

Desde hace ya tiempo, las carreteras convencionales centran buena parte de la estrategia de la Dirección General de Tráfico para reducir la siniestralidad. Al Plan Invive, que consiste en intensificar los controles de velocidad en los tramos más peligrosos (en la provincia se vigilan 30), se suman campañas como la realizada del 3 al 9 de octubre en este vías de este tipo en toda España y en la que se denunciaron a 29.473 conductores por diferentes motivos. La mayor parte de las infracciones (18.664) se debió al incumplimiento de los límites de velocidad, aunque la ausencia de sistemas de retención ocupó el segundo lugar con 1.554 por no llevar puesto el cinturón de seguridad y 72 por circular sin casco.