Un hombre se enfrenta a una petición fiscal de veinticuatro años de prisión por maltratar y asesinar a su expareja, Verónica Frías, en la barriada malagueña de Ciudad Jardín el 29 de julio de 2014 tras apuñalarla doce veces ante la negativa de ésta a volver con él.

La fiscalía malagueña ha solicitado, en sus conclusiones provisionales, que el acusado sea condenado por un delito de asesinato y dos de maltrato, uno de ellos familiar habitual, según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe.

Además, pide la prohibición de acercarse a su hija durante veinticinco años y una indemnización de 200.000 euros por los daños morales para los padres de la fallecida y otra idéntica para la hija de ambos.

La acusación pública mantiene que agresor y víctima mantuvieron una relación afectiva durante cinco años, desde 2009 hasta junio de 2014 y tenían una hija en común de 4 años.

Una vez cesada la convivencia, el acusado se personó el 29 de julio de 2014 en la calle Pintor Ramos Rosas de Málaga capital para retomar la relación, pero ella se negó.

Debido a ello, el acusado, "ya con el inequívoco afán de acabar con su vida", de manera sorpresiva y sin posibilidad de defensa, le asestó doce puñaladas, dos de ellas incisas, una punzante y nueve inciso punzantes.

Todas fueron inferidas en una secuencia muy rápida e inopinada sin posibilidad de defensa y con signos en todas ellas de reacción vital.

En el escrito acusatorio se destaca que el acusado no consume drogas ni bebidas ni tampoco padece trastornos psiquiátricos ni deterioro intelectual alguno.

Según el equipo multidisciplinar de la Unidad de Valoración Integral de la Violencia de Genero (UVIVG) del Instituto de Medicina Legal (IML), el acusado mantuvo una relación asimétrica con su pareja, condicionada por las imposiciones del mismo sobre ella.

Además, según los estudios, es una persona de baja tolerancia a la frustración, lo que hacía obligatorias sus decisiones y determinaba constantes conductas de control que coartaron la autonomía de la mujer.

La víctima llegó a interponer una denuncia contra él por amenazabas e injurias, donde aseguraba que le había amenazado de muerte y le advertía de que quería una pistola para matarla, aunque finalmente quedó sobreseída porque ella no declaró.

El hombre será juzgado por un jurado popular y el fiscal destaca en su escrito que la menor, de 4 años, fue expuesta de forma directa a la violencia proyectada hacia la madre.