La junta de gobierno local dio ayer su aprobación al plan económico-financiero del Ayuntamiento de Málaga al que está obligado por la Ley de Estabilidad al haber sobrepasado el techo de gasto establecido por el Gobierno en 2015 y tener la previsión de superarlo también en este año.

El plan financiero es un programa de ajuste económico que debe aprobar el Ayuntamiento y someterse a él para arreglar los incumplimientos detectados.

En concreto, según señala un informe del área de Economía, el interventor detectó en la liquidación del presupuesto de 2015 un exceso de gasto de 11,8 millones de euros, que en su mayor parte corresponden a la empresa Promálaga (9,1 millones).

Posteriormente en este año, y para hacer frente a los gastos de liquidación de Limasa, el Ayuntamiento aprobó su presupuesto preveyendo un incremento del gasto de 17,6 millones de euros.

Ello conllevó la obligación legal de aprobar un plan económico financiero que fue remitido a la Junta de Andalucía y la administración autónoma le ha devuelto para que realizase unos ajustes convenientes.

Por ello, en la junta de gobierno de ayer se procedió a realizar un ajuste de las previsiones necesarias para dar cumplimiento a este requerimiento, además de ampliar parte de la información que contiene el plan.

Una vez realizados esos ajustes exigidos por la Junta de Andalucía, el gobierno local aprobó de nuevo el plan financiero que ahora espera tener el visto bueno de la administración autónoma.

Por estas causas el informe del área de Economía ya advierte que de cara al presupuesto de 2017 «debe corregir el incumplimiento futuro de la regla del gasto de 2016», lo que significa que tendrá que ajustar sus partidas para corregir el desequilibrio de los dos años anteriores. En todo caso el Ayuntamiento señala que no ha considerado la necesidad de tomar medidas adicionales para corregir los incumplimientos, más allá de las adoptadas en el propio presupuesto, una vez que se apruebe.