La situación de los refugiados se ha convertido en el último año en un tema recurrente en todos los medios de comunicación. Una cuestión que ha generado un debate en todo el continente y en el que España, y en concreto Málaga, no se han quedado atrás. Pero desde la experiencia de 26 años de Málaga Acoge queremos rescatar dos puntos fundamentales que parecen olvidarse en este debate: la difícil realidad de las personas refugiadas no es algo nuevo y no es algo que sea exclusivo de las costas griegas y turcas.

La frontera sur, nuestra frontera, parece haber desaparecido de los medios y de los debates. Una ausencia que no es sino el reflejo de una triste frase: «Había un problema y lo solucionamos»; que en boca de un antiguo presidente de gobierno resume como nuestro país aborda la política migratoria. Un enfoque que, pisoteando la legislación internacional, ha permitido al gobierno español ser el alumno aventajado de la vieja política de inmigración impuesta por la Unión Europea: devoluciones en caliente, externalización del control de fronteras y falta absoluta de transparencia. Desde Málaga Acoge no queremos, no podemos, ignorar lo que ocurre en nuestra frontera, aún menos con los datos de este año: el aumento de la llegada de pateras a nuestras costas y la terrible cifra de 210 personas fallecidas en los primeros ocho meses de 2016.

Todo esto pasa enfrente nuestra apelando directamente a nuestros fundamentos como sociedad. En mayo de este año denunciamos el internamiento de un solicitante de asilo en el CIE de Algeciras tras su recepción en nuestro puerto, poniendo de manifiesto esta vieja política migratoria que ignora los derechos fundamentales. En septiembre, con aportaciones de varias entidades, entre ellas Málaga Acoge, el pleno del Ayuntamiento de Málaga aprobaba una moción para intentar evitar que esto vuelva a ocurrir. Todos los partidos exigen con esta moción se da contenido a la declaración de Málaga como Ciudad Refugio: poniendo medios humanos y materiales para la atención de las personas que llegan, garantizando el derecho a solicitar asilo, promoviendo la coordinación de las distintas instituciones y el apoyo psicológico y humanitario a las víctimas y sus familias.

No podemos fingir que el drama de los refugiados, de las personas migrantes, es exclusivo de otros lugares, es una realidad que en nuestra frontera conocemos bien y por ello sabemos que la vieja política impuesta desde la Unión Europea y nuestro gobierno es insostenible. La reciente moción del Ayuntamiento de Málaga, aprobada por todos los grupos políticos lo demuestra y nosotros, como Málaga Acoge, lo seguiremos denunciando constantemente. No podemos ignorarlo, no queremos ignorarlo.

*Triguero es presidenta de Málaga Acoge