El equipo de gobierno del PP ha disuelto esta tarde la mesa de trabajo que debía preparar la consulta ciudadana para decidir sobre los suelos de Repsol, en una decisión en solitario y enfrentada al resto de grupos políticos y colectivos ciudadanos que han reclamado la continuidad de la mesa y la celebración de la consulta.

En una reunión tensa y no exenta de gritos, el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, ha explicado que la consulta "es inviable jurídicamente", según los informes presentados y según se desprende de la nueva Ley de Procedimiento Administrativo Común que la ha hecho desaparecer de su articulado. Por ello ha anunciado la "disolución" de la mesa dado que "se constituyó para realizar una consulta y dado que no es viable, solo cabe su disolución". Andrade se ha defendido respecto a que el pleno por dos veces ha aprobado la realización de la consulta contando con el voto favorable del PP, señalando que la moción es "una declaración política de intenciones que luego hay que desarrollar, pero si luego los informes dicen que no es posible, no podemos seguir adelante".

Todos los grupos políticos: PSOE, Ciudadanos, Málaga Ahora o IU-Málaga para la Gente, se han posicionado en contra de esta disolución y a favor de mantener los trabajos para la consulta. También ha sido unánime en este sentido la voz de los distintos colectivos que han intervenido, como la plataforma Bosque Urbano Málaga, el Colegio de Geógrafos, Ecologistas en Acción, la federación de vecinos Unidad o representantes de distintas asociaciones vecinales.

La concejala socialista Estefanía Martín Palop ha señalado al término de la reunión que "no vamos a renunciar a la consulta ni a preguntar a la gente", frente a la actitud "antidemocrática del PP" que "nos ha engañado a todos votando a favor de una consulta que nunca han querido"

El tema no está cerrado. La indignación era la tónica entre los responsables de los grupos de la oposición y especialmente entre los colectivos ciudadanos que han venido trabajando con la posibilidad de poder articular por primera vez una consulta ciudadana de este tipo.

El portavoz de la plataforma Bosque Urbano Málaga (BUM), Pedro Sánchez, señalaba tras la reunión que «no nos ha sorprendido e incluso lo esperábamos tras recibir los informes que nos remitió el PP». Esos informes solo buscaban «una justificación para tumbar la mesa por la consulta» y recordaba que el único informe vinculante es el del interventor, que avala la consulta, mientras que los otros «sólo son un correlato para dar cuerpo a la decisión del PP, una decisión unilateral y construida previamente a la reunión de la mesa».

Pese a su indignación, el portavoz de BUM señalaba que el tema «no está cerrado» y anunciaba que su grupo tiene ya previsto una asamblea para el próximo sábado «donde valoraremos lo sucedido y trabajaremos para unir fuerzas y ganar nuevos adeptos a la causa de convertir esos suelos en una gran zona verde».

Por último, el concejal de Ciudadanos Alejandro Carballo también valoró negativamente la actitud del Partido Popular «de esconder el informe del interventor y procurarse otros más favorables», pero puso sobre la mesa la «nueva realidad que puede suponer, tal como señaló Julio Andrade, que la Ley de Procedimiento Administrativo Común ya no permita las consultas; si es así habrá que aceptarlo y acatar lo que dice la ley y buscar otras soluciones para esta zona», señaló.