La ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce) impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy nació ya sin el beneplácito de la comunidad educativa, que ha salido a la calle en numerosas ocasiones para mostrar su rechazo. Ayer, profesores, alumnos y estudiantes volvieron a manifestarse, pero esta vez contra las pruebas de reválida, y lo hicieron con una jornada de huelga que logró sumar un apoyo mayoritario y vació las aulas de Málaga y de buena parte del país.

En la provincia, el seguimiento al paro convocado por el Sindicato de Estudiantes y las asociaciones de padres fue mayoritario en Secundaria y no tan amplio en Primaria. Según los datos aportados por la Delegación Territorial de Educación, en las clases de Secundaria obligatoria (3º y 4º), Bachillerato y Formación Profesional (básica y ciclos) la huelga fue seguida por el 76,17% de los convocados, si bien Málaga fue la provincia andaluza con el porcentaje más bajo -el más alto lo tuvo Almería, con un 90,78%-.

La jornada de huelga, que contó con el apoyo de otros sindicatos y colectivos, se completó en Málaga con dos manifestaciones. La primera de ellas se celebró a partir de las doce del mediodía y recorrió el trayecto entre el edificio negro, en la avenida de la Aurora, y el Rectorado de la UMA. Más de un millar de personas se unieron a esta protesta, que volvió a tomar las calles del Centro en otra concentración que se desarrolló por la tarde, con un apoyo similar, entre la plaza de la Constitución y la de la Merced. «Queremos mostrar una vez más nuestro rechazo a la Lomce, al modelo que nos quieren imponer», insistió el responsable de Educación en el sindicato CCOO de Málaga, Félix Martín.

Las reválidas planteadas por el Gobierno central se realizarían en cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato y el sector educativo las rechaza al considerar que pueden lastrar el futuro de los alumnos y abocarlos a abandonar los estudios si no las pasan.

Rechazo en todo el país. A nivel nacional, fueron miles los estudiantes, padres y profesores que se echaron a la calle para mostrar su rechazo en todas las grandes capitales. Los estudiantes anunciaron además que volverán a la calle hasta conseguir parar las nuevas evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, previstas por la Lomce, pues tratan de «impedir» que los hijos de las familias humildes lleguen a la Universidad, según una información recogida ayer por Efe.

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, opinó que el modelo social y educativo del PP es el de una universidad para una minoría y «sufrimiento» para una mayoría, mientras que la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) dio ayer de plazo hasta febrero al nuevo Gobierno para «anular las reválidas», iniciar el procedimiento para derogar la Lomce, «revertir los recortes» e impedir otros nuevos, porque, en caso contrario, plantearán una nueva huelga educativa.

Por su parte, la consejera de Educación de Andalucía, Adelaida de la Calle, aseguró que esperaba que la huelga sirva para que el Ministerio de Educación «se entere de una vez por todas de que no estamos de acuerdo con las reválidas». «La Lomce ha sido protestada a lo largo de todo su proceso de aprobación y así continúa siendo, tal vez algo agravada por el tema de las reválidas». «Todos los inconvenientes que puede tener la ley acaban plasmándose en las reválidas», incidió.