Trece municipios de Málaga tienen los tipos más bajos de España del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el principal gravamen municipal y fuente de financiación de los ayuntamientos. Estas localidades mantienen en el 0,4% el tipo de gravamen de las viviendas en núcleos urbanos, el mínimo establecido por ley.

Alameda, Algatocín, Ardales, Benahavís, Benadalid, Casabermeja, Cortes de la Frontera, Istán, Júzcar, Mollina, Monda, Pujerra, Riogordo y Serrato son los municipios donde es más barato ser propietario de una vivienda. Sus vecinos pagan menos de la mitad que en otros municipios como Torremolinos (el más caro con un tipo de 0,98%) o Rincón de la Victoria (0,962%), donde los ayuntamientos elevan el tipo aprovechando el margen que le permite el máximo permitido, que se sitúa en el 1,1%, para mejorar las tasas de ingresos municipales aprovechando la existencia de un alto número de pisos turísticos.

No es casualidad que los municipios que registran los tipos más bajos sean menores de 10.000 habitantes y, en su mayoría del interior. Sus tipos de IBI tienden a ser más bajos para no gravar a sus habitantes y retener población. Muy diferente de lo que ocurre, salvo algunas excepciones, en los municipios del litoral, donde se tienden a aplican tipos más altos.

Junto a estos trece municipios malagueños con los tipos más bajos de España, hay otros 16 que registran también tipos muy por debajo de la media y siempre por debajo del 0,5% de tipo de gravamen.

Entre estos 16 municipios destacan la presencia de Málaga capital y Nerja, que pese a ser localidades de costa mantienen una presión fiscal muy leve para los propietarios de viviendas. En el primer caso, el tipo que se aplica en el IBI es del 0,451%, que está entre los 25 más bajos de la provincia y uno de los menores de España. En el caso de Nerja, se encuentra en el 0,475%, también muy por debajo de la media provincial.

El resto de municipios con tipos bajos son Algatocín (0,4%), Archidona (0,435%), Benalauría (0,41%), Benadalid (0,45%), Cañete la Real (0,44%), Cómpeta (0,42%), Cuevas del Becerro (0,45%), Iznate (0,45%), Ojén (4,6%), Parauta (0,43%), Pizarra (0,42%), Tolox (0,42%), Sierra de Yeguas (0,45%) y Villanueva de Algaidas (0,45%).

Estos datos avalan la moderada presión fiscal que ejercen los ayuntamientos malagueños a sus vecinos y en comparación con otras provincias. De hecho, mientras que en Málaga no hay ningún municipio que supere el 1% de tipo de gravamen en el IBI; en una provincia parecida a la malagueña como es Alicante hay trece municipios donde el tipo que aplican los ayuntamiento es del 1% o superior, alcanzando incluso el 1,17% de Elda, que supera el máximo general tras recibir una autorización del Ministerio de Hacienda para compensar que asume más servicios públicos que los propios por ley.

En todo caso, estas cifras están muy por encima del 0,98% de Torremolinos, la localidad con los tipos más altos de la provincia y que lleva tiempo reclamando que presta unos servicios muy por encima de los necesarios para su población, ya que debe atender a una importante población flotante.