­Hace ya veinte años de su transplante de pulmón, aquel que le permitió seguir con su vida. Desde entonces, el holandés Andrée Lassoij se ha convertido en miembro activo de organizaciones relacionadas con el transplante y en un deportista que continúa superándose. Acaba de volver de recorrer más de 3.500 kilómetros en bicicleta por un motivo: demostrar a los niños y niñas que haber recibido un transplante no es ningún impedimento.

Andrée Lassooij es consejero de la Federación Mundial de Deportistas Transplantados y el líder del proyecto «Vida para la Infancia», un programa que tiene varios objetivos. Uno de ellos es demostrar los beneficios de la actividad física para los niños transplantados. Otro es dar a conocer la Federación Mundial de Deportes para Transplantados y difundir los XXI Juegos Mundiales de Transplantados de 2017. Es por ello que Lassooij comenzó la ruta el 27 de agosto en ámsterdam y la ha finalizado este 30 de octubre en Málaga, ciudad que acogerá la celebración de estos Juegos. Durante estos meses ha pasado por Holanda, Bélgica, Reino Unido, Francia y España y ha estado acompañado por deportistas transplantados de distintas comunidades autónomas. En su ruta han visitado distintos centros hospitalarios que realizan transplantes en San Sebastián, Madrid, Sevilla y Málaga.

Entre sus aventuras se encuentra la subida al monte Kilimanjaro en octubre de 2014. «He hecho muchas cosas para mí mismo, por eso quería hacer algo por los demás que hayan pasado por mi situación, especialmente por los niños», aseguró ayer Lassooij. Así surgió este proyecto.

Andrée Lassooij cree firmemente que «el deporte es parte del tratamiento para todos los transplantados, especialmente para los niños».

«La vida vívela, luego dónala». Con este eslogan plasmado en sus camisetas se presentaron ayer en el Hospital Regional de Málaga el consejero de la Federación Mundial de Deportistas Transplantados, Vicente Granados, y el presidente del Club Deportivo de Transplante Andaluz, José López. Ambos animaron a los niños y niñas a que participen en los próximos Juegos Mundiales de Transplantados. Además, hicieron hincapié en la paradoja de que España lleve 26 años siendo el primer país en número de transplantes pero, que sin embargo, no esté muy acostumbrada a mezclar este tema con el deporte. «Mi opinión es que en España se sobreprotege a los pacientes», dijo Granados.