Las dificultades que presenta el mercado laboral ha creado una conciencia entre los universitarios de que se enfrentan a una situación de dificultad. Esto ha hecho que cada vez se despierte más el interés por el emprendimiento. Según la última encuesta publicada por la Fundación Axa, que ha sondeado a 9.000 estudiantes españoles, se constata que un 19% de los estudiantes apuesta ya, estando todavía en la Universidad, por el autoempleo. En base a este giro, la UMA ha creado el área de Innovación Social y Emprendimiento, donde el timón está en manos de las nuevas generaciones dispuestas a aventurarse en el emprendimiento y la consecuente creación de empleo. La UMA, en palabras del vicerrector del ramo, Rafael Ventura, está abocada a transformarse. «Adiós a la transmisión del conocimiento tradicional y adiós a la falsa idea de que el éxito llega a través del fracaso», afirma. Sobre este dogma americano, asegura que no hay nada más que repele más el éxito que la tolerancia al fracaso. Los programas de start ups de la UMA está empezando a dar sus frutos, incrementando la transmisión de conocimiento de la Universidad al mundo empresarial gracias a la iniciativa de los alumnos y el apoyo del profesorado. Además, el IMFE tiene en marcha unos ambiciosos programas de apoyo a los emprendedores, con una red de incubadoras de empresas, la mayoría destinadas a menores de 35 años. En estas incubadoras, los emprendedores reciben asesoramiento para la creación de la empresa, la búsqueda de la viabilidad económica y acrecentar los contactos para abrirles las primeras puertas a las nacientes empresas. Así, este emprendimiento empuja con fuerza entre los universitarios malagueños, de los que un 20% ya lo ve como su única salida laboral cuando termine los estudios.