­La multinacional sueca Ericsson, que ha presentado un ERE para 48 personas en su centro de Málaga pese a haber recibido en los últimos años cerca de nueve millones de euros en ayudas de la Junta de Andalucía, está libre del compromiso de mantenimiento del empleo al que le obligaban estos incentivos desde el pasado mes de abril, fecha en la que la empresa procedió a justificar los proyectos realizados con ese dinero y los puestos de trabajo comprometidos. Según explicaron ayer a este periódico fuentes de la Consejería de Empleo, Ericsson sólo está obligada a partir de ahora y en virtud de esas ayudas a mantener su actividad y sus inversiones en activos fijos en Málaga durante los próximos cinco años (en otras palabras, a no desmantelar ni cerrar su sede) lo que le deja vía libre para poder aplicar el expediente, que afecta a más del 20% de su plantilla.

El centro de Ericsson en Málaga está situado en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y emplea a cerca de 300 personas (220 de plantilla y el resto personal externo, algunos de ellos dependientes de la Universidad). La impresión, por supuesto, es que la firma ha esperado a la finalización del compromiso para incluir al centro de Málaga en el ERE presentado hace unas semanas a nivel nacional, y que afectará a 330 trabajadores en España, más de un 10% del total de la plantilla (3.000 personas). La presencia de Ericsson en Málaga se remonta a 2010, cuando compró la firma local Optimi (y que durante unos años siguió funcionando con ese nombre).

La Consejería aclaró la cuestión de los incentivos concedidos a Ericsson después que el sindicato CCOO denunciara ayer mismo que el ERE de la empresa vulneraba supuestamente el compromiso de mantenimiento del empleo adquirido por la empresa cuando accedió a estas ayudas, otorgadas por la Agencia IDEA. «Hemos revisado los expedientes y ninguno cuenta ya con obligación de mantener el empleo al haber pasado la fase de justificación y estar ahora mismo en lo que se conoce como fase de seguimiento», apuntaron desde la Consejería.

Las fuentes recordaron que Ericsson cuenta actualmente con ocho expedientes de ayuda «vivos», siendo los más cuantiosos con diferencia un conjunto de tres que fueron otorgados por la Agencia IDEA en febrero de 2012 por valor de 4,3 millones, 1,7 millones y 2,6 millones de euros respectivamente. El resto de incentivos se mueven en cuantías individuales de entre 20.000 y 90.000 euros. El último en concreto data de 2014 y también fue justificado el pasado abril.

«En cuanto al empleo, ninguna de estas ayudas a Optimi tenía recogida en la resolución de concesión condiciones referidas al mantenimiento del empleo que se extendieran más allá del momento de la justificación del incentivo pagado. Esta exigencia se entendería cumplida puesto que han sido abonadas y justificadas las ayudas», reiteró Empleo. Las ayudas a Ericsson estaban incluidas en la orden de incentivos de I+D+i y entre ellas figuran las destinadas al desarrollo de aplicaciones SON (Self Optimized Networks o Redes Auto Optimizables) en colaboración con la Universidad de Málaga. La empresa generó a partir de esas ayudas más de 110 empleos.

La Consejería recordó ayer que, en el proceso de justificación de las ayudas públicas, Ericsson ha acreditado en estos años una inversión global de 73 millones de euros.

Antes de la confirmación de la Junta, CCOO había ofrecido en Málaga una rueda de prensa en la que rechazaba el ERE de Ericsson y aludía a ese compromiso de mantener su empleo hasta 2020 en virtud de los incentivos recibidos. El secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, y el de Industria, José Lozano, pidieron a la Junta un «seguimiento exhaustivo» del acuerdo para exigir a la empresa que «cumpla sus compromisos». Herrera y Lozano, acompañados por el delegado sindical de CCOO en Ericsson y miembro del comité de empresa, Fernando Rosado, denunciaron que el mantenimiento del empleo se ha llevado a cabo en los últimos tiempos «mediante la sustitución de plantilla estable por temporales y externalización».

Lozano manifestó que el objetivo que mueve a la empresa es «incrementar aún más sus beneficios». «Se han llevado a cabo externalizando mediante subcontratas, cuyas plantillas desarrollan la actividad en las instalaciones de Ericsson y sus herramientas de trabajo, tratándose de una cesión ilegal de trabajadores, lo que hemos puesto en conocimiento de la mesa de negociación y pondremos también en conocimiento de la Inspección de Trabajo», afirmó. «Hay unos acuerdos con la Universidad para el desarrollo de proyectos, que también se están desarrollando en los centros de trabajo de Ericsson, pero no se ajusta a los proyectos que debieran llevarse a cabo, sino que se integran en la misma actividad productiva», dijo.

Por su parte, Rosado afirmó que «no existe justificación para una reducción de plantilla, muy al contrario lo que se está llevando a cabo es una pérdida de la calidad del servicios, al haber desaparecido los competidores, realizándose un cambio generacional mediante la precarización y llevándose trabajo a centros en el extranjero de bajo coste».

El ERE se está negociando desde hace semanas en Madrid. El plazo de negociación acaba el día 18. De momento, los sindicatos han convocado una concentración de trabajadores en el centro de trabajo de Málaga el martes día 15 y una huelga el jueves 17 (ésta en todos los centros de Ericsson España).