El Centro UNESCO de Andalucía ha autorizado a finales de octubre la instalación de una placa con su logotipo en los Astilleros Nereo, después de que la asociación Andalucía Cultural lo solicitara en septiembre de este año. Además, también respalda con su logotipo la construcción de la réplica de la barca fenicia de Mazarrón que en estos momentos están realizando los astilleros de Pedregalejo.

El centro, con sede en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada, es el autorizado en la comunidad autónoma andaluza por la Comisión Española de Cooperación con la UNESCO para difundir los fines, programas y actividades de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, la Cultura y Comunicaciones.

El patrocinio para la instalación de sendos logotipos ha sido autorizado, explica el Centro UNESCO DE Andalucía en una carta enviada a los astilleros, porque se trata de la única empresa de carpintería de ribera existente en la comunidad autónoma junto con la de Coria del Río (Sevilla), además de por la actividad de interés etnológico de la carpintería de ribera en las playas de Pedregalejo, inscrita desde 2008 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

«Se trata de un patrimonio vivo y en evolución, que testimonia la continuidad del pasado en el presente (....) A pesar de la desaparición de la pesca artesanal-familiar, quedan en los Astilleros Nereo de las playas de Pedregalejo magníficos artesanos de jábegas, bucetas, sardinales y chalanas que conservan sus útiles y tradicionales y que transmiten sus conocimientos a los jóvenes, perpetuando así una vieja y rica tradición artesanal, sin cuyo conocimiento no es posible completar la historia de los malagueños», indica la carta.

El logotipo del Centro UNESCO de Andalucía supone un importante espaldarazo para la propia supervivencia de los astilleros, que batalla en los juzgados para que no sean atravesados por un paseo marítimo proyectado en la remodelación de los Baños del Carmen. Uno de los argumentos jurídicos que plantea Nereo es que la concesión administrativa se basó en la Ley de Puertos de 1927 y la concedió el actual Ministerio de Fomento -no el de Medio Ambiente como es el caso del Balneario del Carmen- por lo que su concesión no terminaría en 2018 sino en 2025.