Cada malagueño gastará una media de 46,19 euros en el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad el próximo 22 de diciembre, según informó ayer la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.

Sin embargo, esta cantidad es estimativa ya que el dato será definitivo cuando se reciban las devoluciones de boletos no vendidos durante la campaña, el próximo 21 de diciembre.

En total, para la provincia se han consignado 376.221,2 billetes para un total de 1,62 millones de habitantes en la Costa del Sol. Así, la consignación total asciende a 75.244.240 euros. En 2015, el gasto por habitante en Málaga fue de 39,92 euros, de forma que se consignaron 323.704 boletos valorados en 64,7 millones de euros.

Los malagueños no son, precisamente, los andaluces que más van a gastar de media en este sorteo extraordinario. Así, en primer lugar se sitúan los granadinos, con un desembolso previsto de 63,64 euros, seguidos de los jiennenses, con 59,37 euros, los almerienses, con 57,83 euros, y los cordobeses, con 52,04 euros. Los malagueños gastarán 46,19 euros de medio, y tras estos se sitúan los sevillanos (39,91 euros), los gaditanos (33,12 euros) y los onubenses (27,10 euros). La media en Andalucía se sitúa en 46,08 euros.

Cada español gastará este año una media de 63,80 euros en comprar décimos para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del próximo 22 de diciembre, 1,08 euros más que en 2015, según la cifra de consignación por habitante de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE). El año anterior, la consignación previa fue de 62,72 euros. De este modo, los más de 63 euros de gasto por persona corresponden a las estimaciones de venta que hace SELAE a la hora de enviar los boletos a las administraciones de lotería, aunque más tarde siempre hay una proporción de décimos que se quedan sin vender.

Este año, en el anuncio no le toca a nadie el Gordo, pero la ilusión de sus personajes por compartir la alegría de Carmina se asemeja a la que tendrían si hubieran sido agraciados con el premio. Y ¿por qué está alegre Carmina, una profesora jubilada de un pueblo asturiano? Es el día anterior al sorteo de Navidad. Ella escucha en la televisión a los niños de San Ildefonso cantar el Gordo. Cantan el del año pasado porque los informativos lo que hacen es recordar que al día siguiente es el sorteo, pero ella no sabe en qué día vive y cree que es 22.

Parece que la memoria le falla y su alegría es inmensa cuando escucha su número, y es tal que contagia a su nieto, a su hijo, a su familia y a todos los vecinos del pueblo que comparten con ella su felicidad porque, según dicen en el anuncio, ella «se merece todo».

Desde su nieto y su hijo a sus peluqueras, los pescadores de Tazones (Asturias) -donde se ha rodado la mayor parte del anuncio-, su párroco y la Guardia Civil festejan el «Gordo» que ‘le ha tocado’ a Carmina, una «actriz» que en realidad se llama Pilar.

Pilar, de 84 años, es actriz entre comillas porque su primera interpretación ha sido ésta y la hizo gracias a su nieto, quien dos días antes del casting le animó para que se apuntara a una agencia.