Son las 11 de la mañana y Antonio está en la biblioteca preparándose para las nuevas oposiciones para bombero en Cádiz. Ya pasó por esto hace años, concretamente seis desde que consiguió plaza como interino en La Línea de la Concepción. Ahora, tras entregarse al trabajo durante años se encuentra, al igual que sus compañeros, con una plaza en duda y teniendo que pelear por otra.

En 2010 lograron plaza un total de 67 bomberos interinos en Cádiz, entre ellos diez malagueños, en lo que parecía una oposición como cualquier otra. Al tiempo comenzaron a surgir dudas sobre si la oposición era nula o no porque no había habido "mesa de negociación" aunque, según los propios bomberos, los sindicatos les decían que "esas cosas nunca llegan a nada".

Seis años después, en enero de 2016 recibieron una carta de despido. Tras una prórroga de la jueza que lleva el caso, tienen hasta febrero de 2017 para acceder a una nueva Oferta Pública de Empleo (OPE). Actualmente, ha salido una nueva OPE, pero solo con nueve plazas. Los 67 tendrán que presentarse a ella si quieren que, al menos alguno de ellos, pueda conservar su trabajo.

Antonio tiene 33 años y lleva siete como interino, junto a sus compañeros ha contratado un abogado, a raíz del que pudieron descubrir que la jueza no había decretado su despido, sino que había establecido que tenía que salir una nueva OPE. A raíz de ello, la jueza ha hecho una pregunta al CSIF y el Consorcio que tienen hasta este viernes para responder: ¿Queréis que los interinos cesen?

Los bomberos aseguran que el Consorcio les ha dicho que no quieren su cese y, por tanto, así lo transmitirán en el escrito dirigido a la jueza. Sin embargo, el CSIF les ha transmitido que no tienen por qué contestar a una sentencia firme. Según han transmitido los bomberos en un documento, se encuentran desconcertados y desamparados por su colectivo. "Tenemos un trabajo que nos encanta y nos da la vida, pero no somos niños, somos padres de familia. No entendemos cómo no pueden querernos como nosotros queremos a nuestra profesión", dice Antonio con la voz quebrada mientras se despide para volver a la biblioteca, desde donde lucha por, al menos, tener la oportunidad de optar a una nueva plaza.